Tomado de CubaSi
El juicio político contra la apartada presidenta Dilma Rousseff tendrá hoy uno de sus momentos más importantes, cuando esta comparezca ante el plenario del Senado Federal para, según anticipó, defender la democracia brasileña.
No concurrir ‘supondría entregar la democracia’, reiteró en los últimos días la mandataria, quien manifestó además su esperanza en que se haga justicia, pues ‘sería una aberración condenar a una persona inocente’.
Rousseff es acusada de un presunto delito de responsabilidad, sustentado en la edición de tres decretos de suplementación presupuestaria sin autorización del Congresso y de atrasos en los pagos al Banco de Brasil de subsidios concedidos a productores rurales por medio del Plan Zafra, las llamadas ‘pedaladas fiscales’.
En una declaración por escrito presentada el 6 de julio último ante la Comisión Procesal de Impeachment de la Cámara alta, Dilma rechazó la acusación, que consideró como ‘fuera de lugar, inaceptable y profundamente injusta’.
Nunca, en ningún país democrático, el mandato legítimo de un presidente fue interrumpido por actos de rutina de gestión presupuestaria, subrayó la dignataria, quien ha reiterado que de consumarse su separación definitiva del cargo, Brasil estaría en presencia de un inequívoco golpe de Estado seguido de una elección indirecta.
En tal caso, alertó, el colegio electoral de 110 millones de brasileños sería sustituído, sin la debida sustentación constitucional, por un colegio de 81 senadores.
Según ratificó el sábado último el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, quien encabeza esta última etapa del proceso de impeachment, en la sesión de hoy Dilma tendrá 30 minutos para presentar sus argumentos a los senadores, plazo que podrá extenderse por decisión del propio magistrado.
Una vez concluida su intervención, cada legislador tendrá hasta cinco minutos para interrogarla; mas será decisión de Rousseff responder o no las preguntas que se le formulen. El tiempo para dar respuesta a los cuestionamientos será ilimitado y no habrá derecho a réplica por parte de los senadores.
Dilma será recibida a las puertas del Senado por participantes en el Campamento Nacional en Defensa de la Democracia y los Derechos, montado la víspera en esta capital y organizado por los Frentes Brasil Popular (FBP) y Pueblo Sin Miedo.
El FPB propició la semana pasada un encuentro de la Presidenta con movimientos sociales y organizaciones populares, en el cual la agrupación dio a conocer una declaración denunciando las viejas oligarquías, que una vez más violan la Constitución para tomar por asalto el poder político y establecer un gobierno ilegítimo y usurpador.
Una vez finalizada hoy la autodefensa de Dilma ante el pleno senatorial comenzará la discusión del caso con la intervención de la parte acusadora, luego la defensa y a continuación cada uno de los 81 senadores, por un lapso de hasta 10 minutos.
Con posterioridad, Lewandowski leerá el relatorio resumido con los elementos aportados por las partes, antes de conceder la palabra a dos senadores favorables al apartamiento definitivo de Rousseff y a dos contrarios a esa decisión.
La pretensión de los legisladores que apoyan la casación del mandato presidencial es que a más tardar el miércoles 31 se realice la votación nominal electrónica, en la cual cada miembro del Senado deberá responder sí o no a la pregunta de si considera que la mandataria violó la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Para que Dilma Rousseff sea apartada definitivamente de su cargo y pierda sus derechos políticos por un periodo de ocho años será necesario el voto favorable de 54 de los 81 integrantes de esa Casa.
En caso contrario, la Presidenta constitucional sería absuelta y reintegrada de inmediato a sus funciones, que desde el 12 de mayo último ejerce con carácter provisional el vicepresidente Michel Temer.
Archivado en: América Latina Tagged: Dilma comparece en Senado, Dilma Rousseff, Juicio contra Dilma