La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pidió al pueblo brasileño que no se deje engañar por las falsas matrices que difunde la derecha para llevar a cabo un golpe de Estado, no por medio de armas sino valiéndose de herramientas más destructivas, tales como las mentiras y el fraude.
Asimismo, la mandataria invitó a la ciudadanía a cuestionarse ¿por qué la oposición se esfuerza tanto en derribar su Gobierno sin ni siquiera tomar en cuenta el voto del pueblo?
"Vivimos días decisivos para la joven democracia brasileña. Vivimos en tiempos que ponen en peligro el derecho de las personas a elegir quien debe regir nuestro país", destacó Rousseff a través de una carta abierta publicada este sábado en el sitio web de Folha.
En un contexto en el que la Cámara de Diputados de Brasil evalúa la aprobación o no de un juicio político en contra de Dilma por supuesta adulteración de las cuentas públicas, la dignataria asegura que son tiempos en los que la capacidad de diálogo, la tolerancia y el respeto a las diferencias políticas están siendo probadas hasta el límite.
De igual manera, reiteró su denuncia de intento de golpe de Estado por parte de la derecha, que en esta ocasión no utiliza armas, pero se vale de herramientas más destructivas, tales como las mentiras y el fraude.
En el texto, Rousseff señala que forma parte de la generación que luchó por la democracia. Denunció que sectores adversos a su gestión se empeñan en sustituir a una mandataria electa legítimamente por un Gobierno sin votación y sin legitimidad.
"Creo en el Brasil democrático y en el pueblo brasileño que ha trabajado duro para honrar los votos de más de 54 millones de ciudadanos que me eligieron para gobernar Brasil durante cuatro años, hasta 31 de diciembre 2018", prosigue la misiva.
Seguidamente, la dignataria brasileña denuncia que quienes intentan derrocarla van en contra de un Ejecutivo que creó las leyes anticorrupción, que dio la transparencia de la administración pública y que siempre ha apoyado la acción independiente de la Policía Federal y el Ministerio Público.
"Todo esto hace de este ensayo un gran fraude. De hecho, el mayor fraude en la historia política de nuestro país. Al desbancar a un presidente por juicio político, sin que haya cometido un crimen, se produce un desgarro de la Constitución brasileña. Este es un golpe contra la República, en contra de la democracia y, sobre todo, contra los votos de todos los brasileños que participaron en el proceso electoral", dijo.
Rousseff asegura que no teme a ningún tipo de investigación sobre su conducta, por lo que nunca se ha opuesto ni ha creado obstáculos ante cualquier acción de este tipo.
"Derrocar a un presidente legítimamente elegido no es la solución para hacer frente a los tiempos que vivimos en la economía brasileña. Por el contrario, sin la legitimidad otorgada por el voto directo, ningún gobierno es capaz de construir soluciones democráticas a la crisis. Con el golpe, la crisis se profundizará y prolongará", advirtió.
"La democracia es siempre el lado correcto de la historia", concluyó.