Querid@ amig@,
Esta semana, o mejor dicho, ayer sin ir más lejos, me topé con una de esas noticias que te dejan los ojos como platos de restaurante de cinco estrellas… En esta ocasión la escuché en la radio, y no me preguntes en qué emisora porque no tengo ni idea, pero el caso es que, por fin, esta semana no voy a hablarte de ningún chorriinforme, aunque quizá haya alguien que no tarde demasiado en planteárselo y ponerse manos a la obra porque, desde luego, el dato es curioso para aburrir.
¡Jesús!
Y es que, según el doctor Alan Hirsch —un psiquiatra y neurólogo americano muy famoso—, a partir de ahora cuando estornudes en público, algo que a duras penas podemos reprimir y evitar, estarás informando a todo el mundo de cómo y de qué tipo, calidad e intensidad son tus orgasmos… Sí, sí, no te rías. Afortunadamente puedes tranquilizarte un poco porque vamos para el verano y… bueno, digo yo que no vas a tener tan mala suerte de pillar un constipado veraniego, ¿verdad? El caso es que según este buen hombre, el estornudo, al igual que la voz o el orgasmo, expresa la personalidad del ser humano. «Se trata de una cosa psicológica —dice—. Los estornudos de algunas personas es probable que suenen como grosería o amenaza, mientras que los tímidos tratan de hacer el menor ruido posible al estornudar. Los estornudos y los orgasmos son como la risa; algunos son ruidosos y otros suaves».
¿Creéis que está a punto de decir "atchís"?
Ya ves, compañer@ de pecados, ahora empiezo yo a entender por qué allá por el siglo XVIII todo quisque se abandonaba al rapé que daba gusto… Según este insigne médico «al entregarte al estornudo esperas los placeres positivos de un orgasmo nasal. Alguien que se reprima en el sexo podría no dejar salir el estornudo, mientras que aquellos que se dejan llevar por el hedonismo y el placer querrían estornudar fuerte y ruidosamente». Y, la verdad, yo no sé a ciencia cierta lo que siente mi compañero de cama cuando alcanza el clímax, porque su cuerpo y sensaciones son totalmente diferentes a las mías, pero he encontrado un vídeo maravilloso en Youtube que describe estupendamente lo que es un orgasmo femenino. Te recomendaría que no siguieras leyendo sin escucharlo antes…
El doctor Hirsch decía que todos los adjetivos asociados al orgasmo podrían utilizarse para describir los diferentes estilos de estornudos: silenciosos, introvertidos, explosivos, largos, retardados y potentes, rápidos y pasajeros… Pero, francamente, dime si, después de haber visto lo anterior, eres capaz de sentir lo mismo —o algo parecido si eres hombre—cada vez que el resfriado te hace una incómoda visita.
Pues como que no le veo yo a éste la misma cara que pone
mi machomán cuando estornuda...
En el supuesto de que eso fuera así, a mí no me importaría dormir más a menudo con el culo al aire, sin embargo lo cierto es que yo, en vez de experimentar esa «petite mort» a la que hacen referencia los creadores del vídeo, cuando me da un ataque de estornudos —porque no voy a informaros de si soy multiorgásmica pero sí os diré que soy multiestornúdica— estoy a punto de pedir morirme del tirón. Estornudar me resulta incomodísimo; después de unos cuantos acabo con la nariz como un pimiento y, si encima voy conduciendo, termino con un medio ataque de ansiedad porque a cada «atchís» no me queda más remedio que cerrar los ojos, con el peligro que esto conlleva por estas carreteras de Dios. Por cierto… ¿Has intentado alguna vez mantener los ojos abiertos cuando estornudas? Hazlo la próxima vez, verás que es imposible. Y, llegados a este punto, hoy sin falta voy a ver si me entero de si el ser humano es capaz de quedarse ojiplático en el segundo supuesto… Así que, te dejo, amig@, que tengo un chorriinforme que investigar. ¡Feliz finde y cierra esos ojos que, total, pa'lo qu'hay que ver…
publicado el 03 mayo a las 17:55
Ahora ya sabemos, verdad o mentira cada kien sake sus propias conclusiones..jejee..FELIZ FIN DE SEMANA..!!