…te diré quien eres. Los 7 tipos de persona que debes evitar.
O “Dios los cría y ellos se juntan”. Nos guste o no, atraemos aquello que somos. Nuestra forma de ser, de actuar, de ver la vida hace que nos acerquemos más a un tipo de personas que a otras. Las personas que no nos convienen o no nos gustan, pueden ser un espejo en el que reflejarnos. Pregúntate si lo que no te gusta de esa persona no es lo mismo que no te gusta de tí mismo. A veces la sinceridad con nosotros mismos no es nuestro fuerte. Sin embargo, vale la pena detenerse a analizar que tipo de personas nos rodean.
En primer lugar para fijarnos en aquellos que debemos cambiar de nosotros mismos. Y en segundo lugar para detectar aquellas amistades o relaciones que nos perjudican y no nos aportan nada positivo. En este post quiero mostrarte alguna de estas tipologías. Aunque no hay tipologías “puras” todos tenemos un poco de todo, sí que podemos detectar rasgos dominantes en cada uno de nosotros. Si detectas estos rasgos, de forma clara, en alguna de tus relaciones (a nivel laboral, familiar o de amistad) lo más seguro es que no esté ejerciendo una buena influencia sobre tí. Intenta alejarte de estas personas o evitarlas en la medida de lo posible:
Según el especialista en liderazgo empresarial, Jeff Haden, existen estos 7 tipos de persona:
1. Pesimistas (aferrados a su “verdad”)
Se trata de personas que ven todos los acontecimientos (presentes, pasados y futuros) con una visión pesimista. Ellos basan sus opiniones en experiencias negativas del pasado. Creen que todo lo que va a suceder va a ser negativo. Según estas personas no hace falta que te esfuerces, pues todo va a salir mal. Son personas frustadas que creen que si ellos no han podido alcanzar una meta otros tampoco podrán. Y lo que es peor, tampoco van a ayudar a otros a tener éxito, pues su mundo de negatividad se vería puesto en cuestión.
2. Optimistas (a ultranza)
Son el tipo de personas opuestas a los pesimistas. Pero como dice el refrán “todas las masas pican”. Este tipo de personas se lanzan sin pensárselo de cabeza a la piscina, completamente confiadas en que la piscina siempre está llena. El problema es que no valoran el nivel de agua que puede haber y tampoco se aseguran de que la piscina esté vacía. No tienen una opinión crítica de las cosas o situaciones, simplemente porqué todo les parece maravilloso y no creen que nada pueda salir mal. Son” Juan sin miedo”. Y eso, en la vida real es una actitud muy peligrosa. Optimismo sí. Desmesurado, no.
3. Cotillas (empedernidos)
No juzgues y no serás juzgado. Lo que no te guste para tí, no se lo hagas a los demás. Estos son 2 de los refranes que los cotillas no aplican. Lo peor de todo es que puedes verte implicado en esta práctica tan desagradable. Ir contando a todo el mundo los trapos sucios o problemas de otras personas no está bien, y participar de ello tampoco. Si estás cerca de una persona de este tipo ten por seguro que cualquier día de estos vas a ser tú el protagonista de los cotilleos. Un buen amigo debe ser aquel con el que se comparten pensamientos y sentimientos con la seguridad de que no irá corriendo a contar la primicia al primero que se encuentre.
4. Egocéntricos (recalcitrantes)
Son personas que creen ser el centro de atención. Todo lo que hacen gira entorno a ellos. Sólo piensan en su propio bien y si es necesario pasan por encima de quien sea para conseguir lo que desean. Es complicado mantener una relación de tú a tú con estas personas. Y menos aún de confianza. En cualquier momento puedes ser la víctima de sus propio interés.
5. Interesados (con mucho morro)
El perfil es similar al de los egocéntrico. Utilizan a los demás para conseguir lo que desean. En este caso no pasan por encima de nadie, sinó que se valen de otras personas para conseguir su propósito. Para ellos las relaciones son un fin en sí mismo, por lo que cuando creen que no se ha acudido en su ayuda se sentirán defraudados. Sin embargo, aunque les ayudes, no corresponderán cuando se les necesite.
6. Resignados (y apáticos)
De este tipo hay un gran número en nuestra sociedad. Personas faltas de entusiasmo que día a día y año tras año repiten las mismas tareas sin ningún objetivo ni meta. Su influencia terminará por desmotivarnos. Estas personas no te aportan nada. Están vacías. Tienen vidas vacías. No tienen ninguna ambición. Si te unes a alguna de estas personas corres el riesgo de contagiarte de su apatía. La energía se contagia. Acércate a personas con una energía vital, que te anime a hacer cosas, a cumplir objetivos. Evita a los grises resignados.
7. Agoreros derrotistas (muy pesados)
Este tipo de personas podrían darse la mano con los pesimistas. Tienen la habilidad de ver consecuencias problemáticas en todo aquello que se haga o diga. Emiten siempre juicios negativos cuando se les pide una opinión, normalmente poco razonados o inverosímiles, por lo que de poco vale su ayuda. Más que argumentar sus dudas sobre algo, sus afirmaciones se presentan como profecías inevitables, algo que en realidad tiene que ver con su miedo a los cambios.
A lo largo de mi vida me he relacionado con diversos tipos de personas. Muchas de ellas encajaban bastante bien en estas descripciones. Por suerte he acabado distanciándome de su influencia negativa. El peor tipo que encontré era una mezcla de cotilla-egocéntrica-interesada. Su habilidad para manipular, criticar y sonsacar información para su propio beneficio me dejó asombrada. Pero debo decir que de todo se aprende. Esta persona fue una gran maestra para mi. Me enseñó (sin saberlo) que personas cómo ellas no aportan nada bueno a mi vida y a su vez me hizo pasar unas malas experiencias que me han ayudado a crecer como persona.
Así que no te preocupes, si hay personas de este tipo a tu alrededor da gracias. Ellas te están enseñando algo (aunque sólo sea lo que no debes hacer). Pero aún así, a la que tengas ocasión: ¡Aléjate de ellas!
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Y tu, ¿Has tenido alguna experiencia con este tipo de personas? ¡¡comenta y comparte!!