Imagen: m24digital.com
Existen algunos alimentos que a lo largo de la historia nos han obligado a comer por culpa de los refranes y total para nada. Como es el caso de la cebolla que con ella te crece la…memoria. O estar durante la pubertad comiendo sin parar pepinos y nabos, tan sólo por creer que era cierto eso de que “lo que se come se cría”. Y como les digo, total para nada. Pero antes de perder la esperanza sobre lo beneficiosos que pueden resultarnos algunos alimentos, quizá deberían prestar atención a lo que les cuento.
Y es que como he podido leer en la revista Muy Interesante (www.muyinteresante.es) existen tres alimentos que nos dan la posibilidad de aumentar…nuestra inteligencia. Los grandes aliados de nuestro motor cerebral son la colina, presente en los huevos; el monofosfato de uridina, contenido en la remolacha; y el (a ver si lo digo bien) ácido docosahexaenoico (DHA), un ácido graso esencial poliinsaturado que ingerimos a través de pescados grasos como el salmón y la sardina, así como en algunas algas.
La cuestión es que, al ingerir estos alimentos nuestras capacidades cognitivas y el desarrollo de tareas mejora y tal milagro se debe a los cambios bioquímicos evidentes en las sinapsis neuronales como han descubierto científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos tras haberlo probado en roedores. En cuanto al consumo de estos tres elementos, ha de ser a diario.
Por lo que la pregunta que ahora toca es: ¿son ustedes capaces de comer huevos, remolacha y salmón o sardinas todos los días? ¿No les gustaría ser más listos aunque se les quedaran los dientes color morado por la verdura y les oliera el aliento a pescado? Quizá si llegáramos a este extremo, como somos tan listos, podríamos encontrar una solución a tales males.
Aunque si les soy sincero, quizá esa no sea la solución. La solución para evitar ser menos listos, que no significa que seamos tontos, es leer. Exacto, la lectura es la mejor de las medicinas porque nos hace adquirir lenguaje, incrementa nuestros conocimientos y encima hace que nuestra imaginación se expanda hasta el infinito. Por eso y aunque la remolacha, los huevos y las sardinas me conviertan en el Super-Listo, yo soy fiel al proverbio árabe que dice que; “libros, caminos y días dan al hombre sabiduría” y feliz día del libro.
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…
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