Revista Cultura y Ocio
Título: Dime quién soy Autora: Julia Navarro Editorial: Debolsillo Año de publicación: 2010 Páginas: 1097 ISBN: 9788499087566 Nunca había leído nada de Julia Navarro. De sus libros había leído y escuchado de todo. Críticas muy negativas y opiniones entusiastas. Pero aun así había un libro que me llamaba la atención: Dime quién soy. Me atraían su argumento, sus protagonistas y sus escenarios. Al menos lo poco que conocía de todos ellos. Mi suegra lo leyó hace unos meses y no dejaba de recomendármelo. Y al final una gran amiga me lo regaló en junio por mi cumpleaños, por lo que desde aquí le doy las gracias por regalarme una historia tan intensa, adictiva, trepidante e inolvidable. Comencé a leerlo el miércoles 8 de agosto y lo acabo de terminar el martes 14 de agosto. Las 1097 páginas de la edición de bolsillo me han durado menos de una semana. Al comenzar a leerlo creía que la lectura, con tantas páginas, se me haría larga, pesada, que sobrarían páginas, que a ratos me aburriría e incluso había buscado algún otro libro para alternar las dos lecturas. Pero no me ha hecho falta. La historia me ha entusiasmado, me ha enganchado, me ha seducido y me ha hipnotizado más conforme más páginas leía.
Guillermo Albi es un joven periodista un tanto peculiar. Es de izquierdas, pero no está dispuesto a dejarse manipular por ningún político, sea del partido que sea. Y eso, hoy en día, en nuestro país, supone poco menos que autocondenarse a las filas del Inem. Él lo sabe, pero no está dispuesto a renunciar a sus principios, por más que se lo repita su madre, preocupada por su futuro laboral. Guillermo malvive trabajando como crítico literario en un periódico online que ni siquiera le da para pagar la hipoteca. La solución a sus problemas económicos llega cuando su tía Marta, la sargenta de la familia, le hace un encargo muy especial: investigar la vida de Amelia Garayoa, su abuela, es decir, la bisabuela de Guillermo. Para toda la familia la historia de esa mujer, su vida, es un tema tabú. No saben nada de ella. Y todo porque abandonó a su marido y a su hijo, Javier Carranza Fernández, y huyó de España poco antes de que estallara la Guerra Civil. Pero, ¿por qué se marchó así Amelia Garayoa? ¿Con quién, a dónde? ¿Quién era realmente esa joven rubia, delgada, débil, tan blanca que casi parecía transparente que Guillermo ha podido ver en una fotografía? De joven, Amelia pertenecía a una familia de burgueses republicanos. Lo tenía todo, nunca le faltó de nada, gozaba de una posición acomodada, tenía una vida fácil, pero ella prefirió elegir su propio destino, costase lo que costase. Así, poco a poco, para conocer la vida de Amelia Garayoa, su bisnieto Guillermo deberá hablar con muchísimas personas que la conocieron o que simplemente oyeron hablar de ella a amigos o conocidos comunes. Incluso conocerá a dos personas muy importantes en la vida de su bisabuela: sus primas Melita y Laura, sus confidentes, sus mejores amigas. Ellas serán las encargadas de guiar los pasos de la investigación de Guillermo. Porque ese es el trato, Guillermo no debe dar un paso sin el consentimiento de Melita y Laura. Las dos ancianas se muestran firmes y a él no le queda más remedio que obedecerlas, ya que se han convertido en sus patrocinadoras. Ellas son quienes le guían por medio mundo, poniéndole en contacto con personas que serán claves en la investigación y que le ayudarán a montar el puzle de la vida de su bisabuela. Una vida que estuvo marcada por los hombres que dan título a las partes en las que se divide la novela: Guillermo, Santiago, Pierre, Albert, Max y Friedrich. A Guillermo ya lo conocemos, es el bisnieto de Amelia. Santiago es su marido, un hombre también de buena familia dispuesto a hacer lo que sea con tal de ayudar a Amelia y a la familia Garayoa. Pierre es un comunista francés. Albert James es un periodista norteamericano con familia en el Reino Unido. El barón Max Von Schumann es un aristócrata, soldado y médico en el ejército del III Reich que aunque odia a Hitler jamás traicionará a su patria. Y Friedrich es el hijo del barón Max Von Schumann. La relación que existe entre todos ellos, la relación que mantuvieron cada uno con Amelia Garayoa, dónde, cómo, cuándo y en qué circusntancias la conocieron es algo que el lector deberá descubrir poco a poco. Al igual que hace Guillermo al descubrir la vida de su bisabuela. Amelia Garayoa era una antiheroína presa de sus propias contradicciones. Una mujer imprevisible, valiente, testaruda, sorprendente, apasionada, con un fuerte carácter, temperamental. Una mujer dispuesta a arriesgar una y otra vez su vida con tal de salvar la de personas inocentes, con tal de defender sus ideales, sus sentimientos, lo que ella cree que es justo. Pero también es una mujer que durante toda su vida arrastrará la culpa por haber abandonado a su marido, a su familia y, especialmente, a su hijo. Los errores que cometió en el pasado la atormentarán todos y cada uno de los días de su vida y quizá por eso cree que se merece todo el dolor, todo el sufrimiento que padece a lo largo de los años. Porque Amelia Garayoa será víctima del franquismo, del nazismo, de la dictadura soviética, de la Guerra Civil española, de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial, de todas las posguerras. Porque en eso se convierte su vida, en una posguerra constante, en una pesadilla en la que las injusticias, las amenazas, el dolor, el sufrimiento, el miedo, la muerte, las mentiras, las traiciones, los engaños y los fantasmas nunca la abandonan, da igual que sea de día o de noche. Pero ella cree que se lo merece, por todo el daño que le hizo a su familia, por lo mala madre que fue. Y por mucho que pase el tiempo y por más que cambie de país, esté donde esté Amelia jamás dejará de sentirse culpable. Guillermo, siguiendo los pasos de su bisabuela, deberá abandonar también a su familia, su trabajo y su vida a cambio de adentrarse en una investigación tan sorprendente, apasionante e imprevisible como la vida de Amelia Garayoa que le llevará de Madrid a Barcelona, Francia, Argentina, Alemania, Rusia, Polonia, Egipto, Inglaterra, Italia, Israel... Me está resultando muy difícil escribir esta reseña. No me veo capaz de plasmar en palabras y de transmitirnos lo muchísimo que me ha gustado, todo lo que me ha hecho sentir, el cariño que he llegado a cogerle a Amelia Garayoa y lo mucho que he sufrido con su increíble vida y lo muchísimo que he disfrutado acompañando a Guillermo en su investigación. Pero también me está resultando muy complicado contaros todo esto sin, al mismo tiempo, desvelaros nada de la trama. Una trama llena de intriga, de política, de espías, de amor y de traición. Una novela negra, pero también histórica y romántica. Una novela que recorre y retrata con maestría la historia del siglo XX: la II República española, la Guerra Civil, la I Guerra Mundial, la II Guerra Mundial, la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín... Y precisamente el final de la novela, cuando descubrimos quién era Amelia Garayoa, es uno de los aspectos que más me ha gustado de esta historia. Un final que me ha sorprendido, me ha impactado y me ha dejado con la boca abierta. Sin duda recomiendo esta novela que, al igual que su protagonista, resulta inolvidable, entrañable, única. Amelia Garayoa tendrá un lugar muy especial en mi memoria junto a protagonistas como Inés de Inés y la alegría; Sira de El tiempo entre costuras, o los protagonistas de Las tres heridas. Una novela que nos da una lección de historia, pero también de dignidad, de valentía, de justicia, de principios, de todo lo que hace gala Amelia Garayoa para asombro de su bisnieto y de los lectores conforme descubrimos, paso a paso, etapa a etapa, país a país, cómo fue la vida de esta mujer que, aunque frágil, vulnerable y débil en apariencia, era todo lo contrario y estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de que alguien le dijese quién era.