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Dinamarca, estado nazi

Publicado el 06 enero 2010 por Elhombredelpiruli
Dinamarca, estado nazi
Solo un país que tenga como inspirador de su política represiva al nazismo puede mantener en prisión a un hombre durante 21 días solo porque ha entrado pacíficamente con una pancarta en un recinto donde los dignatarios de muchos países, con la falaz excusa de acabar con la contaminación del planeta, iban a celebrar una comilona con nuestro dinero.
Ese país es Dinamarca, y el hombre al que han mantenido preso e incomunicado (además de a otras dos personas) es el responsable de Greenpeace en España, Juan López de Uralde.
Al cabo de 21 días, hoy, lo han liberado.
El comportamiento de la Justicia (?) danesa me ha hecho recordar estos días al de la iraní o la cubana, por poner dos ejemplos dispares, que encarcelan por asuntos extrajudiciales y políticos.
Porque extra judicial es querer escarmentar en la cabeza de López de Uralde y de Greenpeace a todos los movimientos -sean o no antisistema- que se oponen o protestan por las mamarrachadas que se hacen en estas cumbres, donde cada país va a los suyo y todos juntos, como una piña, a hacerse la foto turística (esto lo explica mucho mejor Markos, aquí).
Al final, lo único que consiguen es encabronar al personal y aglutinar cada día más a los que discrepan de este sistema económico estúpido basado en el crecimiento constante.
Pero veamos los cargos que la justicia danesa imputa a López de Uralde. Son estos, según El País:
- Suplantación de un cargo público, con una pena de dos a tres meses de prisión.
- Falsificación de matrícula diplomática, de dos a tres meses.
- Allanamiento de morada con la agravante de que se trata de una sede de la Corona de Dinamarca y estaba la Reina. En este caso se enfrenta a una pena de hasta seis años.
Está claro que los dos primeros no son razón para tener a una persona incomunicada durante veinte días.
En cuanto al tercero, resulta cuando menos, hilarante: ¿allanamiento de morada? Es verdad que entró en un lugar que no era su casa, pero no tenía intenciones delictivas. El mismo cargo podría aplicarse a aquellos que se cuelan en las bodas o las fiestas para comerse unos canapés. Mejor dicho, más grave es el caso de estos, que allanan con el afán de beneficiarse mientras que el activista de Greenpeace solo quería mostrar una pancarta.
Pero resulta que es una sede de la Corona. Se ve que en Dinamarca, la Corona tiene unos privilegios que no tienen los daneses. No es lo mismo allanar la casa del principito y de la reinita de turno que la de cualquier otro ciudadano. Eso se llama igualdad de derechos.
Claro, pero es que alegan que la Reina de Dinamarca estaba dentro cuando López de Uralde entró vestido con su chaqué. ¿Qué pasa, que iba incorrectamente vestido y ofendió la sensibilidad de tan delicada y pija señora? ¿Quizá es que la reinecita danesa no puede soportar la visión de la realidad de la calle, de las protestas y del desacuerdo de la multitud con esa pandilla de tragaeuros de la que ella forma parte? ¿Quebraron su torre de marfil de cuento de Anderssen?

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