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Dinastía MauryaDinastía Maurya, dinastía imperial que gobernó la India aproximadamente desde el año 321 hasta el 185 a.C., la primera que casi logró reunificar todo el subcontinente bajo una única autoridad. La dinastía Maurya tuvo su centro neurálgico en el reino de Magadha, que Chandragupta, fundador de la dinastía, ocupó hacia el año 321 a.C. tras enviar un abigarrado contingente contra la moribunda dinastía Nanda. Extendió su poder a casi toda la India septentrional y central, así como a Afganistán y al Hindu Kush. El éxito de Chandragupta provocó represalias por parte de los sucesores Seléucidas de Alejandro Magno, pero tras ser vencidos en el año 305 a.C., los Seléucidas concluyeron con él una alianza de matrimonio. La presencia Seléucida inspiró marcadas influencias helénicas en la cultura Maurya. Se cree que, posteriormente, Chandragupta abdicó en favor de su hijo Bindusara hacia el 298 a.C., el cual, de acuerdo con las creencias ascéticas del jainismo, ayunó hasta morir, pero para entonces la dinastía ya estaba muy consolidada.El ayudante de Chandragupta, Kautilya (o Canakya), ministro superior brahmán, pudo haber sido el autor de la célebre obra Arthasastra (en sánscrito, Tratado sobre los objetivos de la vida), un libro de carácter político que ante todo parece ser una guía seria sobre las condiciones de la época. El rey, monarca absoluto, gobernaba desde la capital situada en Pataliputra (actualmente Patna), en la cúspide de un desarrollado sistema burocrático de gobierno central y local, con una India Maurya dividida en cuatro provincias controladas por gobernadores o príncipes imperiales. Estaba apoyado por un credo de soberanía real basado en la protección de un dharma social. El Estado recaudaba impuestos de las tierras y sus productos, así como del comercio, y de los campesinos asentados en extensas áreas. Se mejoraron los caminos y las zonas aisladas se hicieron accesibles. La sociedad estaba dividida en grupos sociales o castas, semejantes al actual sistema de castas de la India, con grupos administrativos especiales de consejeros y magistrados. Por supuesto, la dinastía Maurya también disponía de un gran Ejército.Bindusara llevó más al sur el dominio Maurya, deteniendo la conquista total, sobre todo, porque sólo quedaban en el sur de la India los amistosos estados clientes tamiles. Su hijo Asoka, que le sucedió hacia el año 273 a.C., comenzó con una parecida vena marcial, pero una sangrienta campaña que tuvo lugar hacia el año 260 a.C. contra el poder que gobernaba la región oriental de Kalinga le desilusionó, y finalmente abrazó el budismo. Asoka, el monarca budista, quintaesencia de la sabiduría, ordenó la construcción de numerosas obras públicas y erigió pilares de piedra, grabados con edictos y exhortaciones budistas, por todo su Imperio. Mandó enviados y misioneros a las regiones de los actuales Sri Lanka, Siria, Egipto, Nepal e incluso hasta Macedonia. Durante su mandato, el Imperio (con unos cincuenta millones de súbditos) prosperó; su política budista trataba de favorecer el bienestar público y la cohesión social.Con la muerte de Asoka en el 232 a.C., el Imperio Maurya fue desintegrándose progresivamente, aunque se desconocen los motivos exactos. Las luchas sucesorias entre los herederos de Asoka, la secesión por parte de los príncipes del sur y las invasiones precipitaron su caída, limitando su extensión a la zona del valle del Ganges. El último dirigente de la dinastía Maurya, Brhadratha, murió en el año 185 a.C. en una intriga palaciega.