Tengo la impresión de que hay mucho dinero esperando que se clarifiquen las expectativas económicas. Tanto dinero de particulares, esperando a invertir en la bolsa, sobre todo, como empresas con tesorería, que esperan a estar más seguros de que sus inversiones encontrarán un terreno más abonado.
Todo ello hace esperar una recuperación fulminante cuando las circunstancias cambien, o antes, cuando los inversores piensen que van a cambiar.
La cuestión es que es un fenómeno que de alguna manera se retroalimenta. La propia inversión animará la recuperación, y si no hay signos de recuperación claros, no se lanzará la inversión.
Desde el punto de vista de los inversores, se trata de no precipitarse pero también de no llegar tarde. En la bolsa, llegar tarde es comprar caro. Y en la empresa, lanzarse tarde puede suponer ser adelantado por la competencia.
¿Se anima usted, querido lector, a ser pionero/a en la apuesta por la recuperación?
Algunos ya lo están siendo.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure