
Y una pintura acrílica del mismo establecimiento en color verde turquesa dio color a lo que queríamos.

Con un papel de regalo de la misma tonalidad forramos la parte trasera del marco.

Pero necesitábamos algo más.... Rebuscando, encontramos unos tapones de plástico y pensamos... "pues uno de éstos nos valdrá, ¿no?"

Pero sobresalía demasiado y uno de nuestros "santos" se ofreció amablemente para cortar los excesos...

La lija ya vive adherida a nuestras manos, y dio una veladura dorada a nuestro marco turquesa.

El tapón de plástico fue pintado con rotuladores en dorado y plateado. Y un botón negro forrado nos sirvió de guinda del pastel.

Una letras pintadas con los mismos rotuladores y sombreados en negro y....

¡Ya tenemos timbre para llamar a nuestro mayordomo ficticio! Ambrosio no aparece por ningún lado, así que... ¡Gra! ¿Te importa traernos un cafelito?

Ea, ya nos hemos quitado la espinita del lunes.... Hubiéramos preferido ir a Tiffany..., ¡pero nos conformamos con Ambrosio!
Esperamos que a las demás participantes en la convocatoria de Marcela y su finde frugal les guste la idea. ¡Nos vamos a ver qué nos proponen todas ellas!
