

En los 60, la televisión y el repunte de la censura terminaron con la producción de tebeos de Maga, que se dedicó a los cromos hasta su cierre veinte años después. Gago se retiró, aunque en los 70 volvió a colaborar con Valenciana y retomó al Guerrero del antifaz hasta su muerte.

Valenciana consiguió capear el temporal con Roberto Alcázar y sus tebeos al estilo Bruguera como Jaimito (1944) y Pumby (1953), e incluso recuperó El guerrero del antifaz en 1972, sobreviviendo (desde 1975 como Ediciones Edival) hasta 1982.

Capítulo aparte merecen las novelitas de ciencia-ficción de Valenciana, como la serie Luchadores del espacio, que incluye la Saga de los Aznar (1953-78) de Pascual Enguídanos “George H.White”, premio a la mejor serie europea de ciencia-ficción en 1978 en la EuroCon de Bruselas. Las cubiertas se deben a dibujantes de cómic de la casa como Tomás Porto, José Luis Macías, Vicente Ibáñez Sanchís o José Lanzón.



Matías Alonso realizó una adaptación de la Saga de los Aznar (sin conexión alguna con Ana Botella) al cómic en 1959, que ya vimos por aquí, a la que hay que añadir otra del luego pintor Antonio Guerrero (1932) en 1978, de la que hemos seleccionado esta soberbia portada:

