Mi hijo está en una edad que no para de crecer…
ni de moverse. Saltos, juegos, fútbol, carreras. Desde que pone un pie en el
suelo por la mañana, ya esté en casa, en el colegio o en el parque,
¡no para! Los niños, y qué suerte que así sea, tienen energía para dar y tomar.
Pero para ello, lo padres debemos vigilar muy de cerca lo que comen, porque aunque
ellos tengan hambre el juego les puede, y por mucho que su estómago protesten
si hay diversión alrededor, el resto pasa a segundo plano.
Desde mi punto de vista el desayuno es fundamental. El inicio del día ha de tomarse como la
línea de meta de una carrera que finaliza con el beso de buenas noches. Así son
los niños y así viven su día, ¡como
una carrera! Por la mañana se enfrentan a las clases, el recreo, los juegos. Actividad física y mental a partes iguales,
y para ello necesitan una buena base en la que sustentar todo ese desgaste.
Por desgracia en nuestro país es muy común oir
aquello de “yo no puedo desayunar recién
levantado”. Y tengamos clara una cosa, nuestros
hijos acabarán haciendo aquello que ven en casa, si vosotros como padres no
desayunáis, ¿qué creéis que imitarán vuestros peques? En casa tanto su padre
como yo damos mucha importancia al desayuno. Entre semana no es posible
sentarnos a la mesa todos juntos, pero sí lo hacemos por separado. Un desayuno
completo, sentados y tomado con tranquilidad es lo que hacemos nada más
levantarnos. Y si para ello es necesario poner el despertador quince minutitos
antes, no nos duele en prenda.
Por supuesto el fin de semana es de obligado
cumplimiento sentarnos todos juntos a la mesa y disfrutar de ese primer momento
en familia. A veces es una cuestión de hábitos, más que otra cosa. Porque a mi,
personalmente, los datos me asustan. La Asociación Española de Pediatría arroja informaciones que los padres deberíamos tener
muy en cuenta: un 8,2% de la población infantil y juvenil no desayuna. Y el 32%
no desayuna suficiente. La obesidad
es mayor entre aquellos niños que no desayunan o lo hacen con productos de baja
calidad. Por todo ello debemos tener en cuenta la importancia de la alimentación en la etapa preescolar y
escolar.
Pero claro, ¿qué damos a los niños de desayunar? A ciertas edades no les puedes
explicar que lo que le pones en el plato es buenísimo para su salud aunque su
aspecto no les atraiga. Y seamos sinceros, si no les entra por los ojos….
Tampoco les entrará por la boca. Hay que elegir algo que les divierta pero que
también les alimente. Y para ello nos toca leer la letra pequeña de todos
aquellos paquetes de galletas, cereales, panes y productos que tenemos en el mercado.
Seguro que a todos los padres –o casi todos- nos suenan términos como grasas
saturadas, poliinsaturadas, cereales, vitaminas, sacarosa, etc.
Hoy os propongo una galleta divertida, con forma de dinosaurio y además con un perfil nutricional equilibrado para el
consumo infantil, y por qué no, de toda la familia, se trata de Dinosaurus. Avalada por la Asociación Española de Pediatría, está elaborada con ingredientes saludables: un alto
contenido en cereales, aceite de girasol y vitaminas del grupo B. Galletas
atractivas, saludables y con ingredientes que nuestros hijos necesitan. Si lo
acompañamos de una fruta y un lacteo, nuestros peques saldrán de casa por la
mañana con la energía que necesitan para el primer tramo de esa carrera que
supone su día.
Y vosotros, ¿desayunáis por la mañana?
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