SOLO DIOS NOS ABRE LAS PUERTAS A LAS BENDICIONES.
Yo conozco tus obras , he abierto delante de tí, una puerta que nadie puede cerrar porque apesar de tu debilidad has cumplido mi Palabra sin renegar de mi Nombre (Apocalipsis 3, 8).
Quizá también podamos habernos preguntado alguna vez en medio de la peregrinación de esta vida terrenal ; porqué nos encontramos con las “puertas cerradas” y es precisamente que acontece para enseñarnos, a que nuestra confianza esté puesta en el Señor de la historia.
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: (Eclesiastés 3,1).
Solo espera el momento oportuno.
¡Caminemos, como testigos fieles de lo que hemos recibido, y en “Su Tiempo”, comprobarás la gracia de que las puertas que un día se cerraron se abran a tu paso porque el dueño del tiempo conoce nuestro obrar y ha decidido que ya no permanezcan cerradas y nos otorga las bendiciones no solo para nosotros sino para todas los personas que encontramos en el camino de la vida.
Gracias “Señor” por todas tus bendiciones.