- Ese es el cortejo nombrado por el rebaño para pedir consejo a Paolo Conejo.
- Entonces volemos hacia ellos y escuchemos tan grata conversación, Pega. --------
- Veeeee..nimos a pedirte consejo, Paolo Conejo, porque estamos pasando por un momento aciago y complejo.
- ¿Os molestan los depredadores?
- No solo nos molestan, nos martirizan sin piedad. Hay una pandilla de perros asilvestrados que nos ataca y nos masacra cada noche. Al atardecer, nos juntamos todas nosotras, unidas en la lucha y balamos juntas, pero no causa el efecto deseado. Esos depravados aprovechan traidoramente cualquier descuido para llevarse por delante a alguna compañera
- Es cierto lo que dice Agripina. Gritamos unidad, unidad, pero siempre hay alguna despistada que anda a su rollo y se separa del grupo.
- Luego esos desalmados se la zampan en un periquete ante nuestros propios hocicos.
- ¿Te acuerdas de la pobre, Josefina, con su voz cantarina? ¡Qué bien balaba, la condenada!
- Pero no olvides que se volvió muy individualista y orgullosa. Creía que como cantaba bonito y tenía pellejo de oveja negra podría ir a su bola a salvo de esos canallas.
- Malditos asesinos y lo peor es que están compinchados con los perros pastores que en vez de defendernos, comparten su botín.
- Eso no lo puedes decir, Proserpina, no tenemos pruebas que lo acrediten.
- ¿Entonces quién deja el aprisco abierto por la noche? Si al menos tuviéramos un burro. En el rebaño vecino, con un simple burro, ahuyentaron a los depredadores. Aquí no hay voluntad de cambio.
- Proserpina, con tus extravagantes ideas te haces indigna de nuestra posición gregaria y servil. De seguir así, serás carne de tragón.
- Basta ya, he oído lo suficiente. Os voy a decir algo que cambiará vuestras vidas. Cada una de vosotras es un ser único y especial. Un ser definitivo sin el cual el universo no tendría sentido. Cuando os debilitáis y perdéis vuestra esencia, llegan los depredadores. Cuando miráis para afuera en vez de mirar a vuestro interior, llegan los depredadores. Cuando escapáis de vuestro yo profundo y buscáis respuestas en la superficie del rebaño, llegan los depredadores. Los depredadores existen porque vosotros los llamáis a través de vuestras flaquezas. Los depredadores sin el instrumento para vuestro cambio. Si vencéis vuestras debilidades, los depredadores desaparecerán para siempre.
- ¿Esta seguro de lo que dices, maestro Paolo? ¿Si cambiamos nuestra actitud los depredadores desaparecerán de un plumazo? ¿No necesitaremos burros ni perros pastores no traidores?
- Sí, con el poder que emana de vosotras se puede vencer cualquier obstáculo. Cualquiera. Es palabra de Paolo Conejo. `
- Beee...ndito seas, maestro. Nosotras somos accesorias pero tú eres inmanente. Tu palabra de ley porque nace de una fuerza interior que vence a las trampas de la razón y ya sabes que las ovejas no somos nada razonables. Ahora estamos aleccionadas y bien dispuestas.
- Pues nada, dejad vuestros obsequios a la vista, cerca de la entrada de la madriguera. Tengo muchas consultas en el día de hoy y hasta muy entrada la noche no podré ir a recogerlos. Seguid vuestro camino, chicas y que éste sea el de la felicidad recobrada. --------
- ¿Eso es todo, Pega?
- Eso es todo, Pica. Dentro de poco llegará una delegación de abejas víctimas de las avispas asiáticas. Ayer, por ejemplo, vinieron hasta cinco especies diferentes de mariposas amenazadas.
- ¿Así, todos los días?
- Sí, Paolo Conejo es ya toda una eminencia entre los animales desvalidos.
- ¿Pero también vienen los carnívoros y el resto de animales dañinos? ¿Lobos, zorros, perros salvajes, milanos etc..?
- No, esos no necesitan ayuda; se bastan por si mismos, no hay quien les hostigue y están muy bien hay arriba en lo alto de la escala biológica.
- Pues a mí ese Paolo Conejo no me gusta nada. Es orgulloso y narcisista. Les trata de forma arrogante como si no fueran nadie, aunque luego les diga que son importantes. Casi parece un dios para esos animalitos precarios.
- Esa es la clave, comportarse como un dios distante. Parecer un maestro lejano. Un guía en la niebla. Un profeta con una linterna buscando la revelación. Un predicador de frases irrefutables. Un líder que parece más sabio porque aparenta vivir en un plano superior.
- ¿Y vive en un plano superior?
- Quizás se lo crea, quizás solo sea teatro. ¿Necesidad de distinguirse, necesidad de reconocimiento? Sentirse elegido debe ser reconfortante, no sentirse solo uno más de la manada.
- Pero no ofrece soluciones concretas y reales. Paolo Conejo solo suelta vaguedades, consejos que valen para cualquiera en cualquier momento.
- Es un dios conejo y da consejo. ¿Qué más pueden pedir seres desvalidos que creyendo buscar una respuesta, solo están pidiendo consuelo?
Revista Insólito
En la soleada mañana de primavera las urracas, Pega y Pica, retozan alegremente entre las copas de una fila de cipreses. Abajo, en el viejo camino del cementerio, tres ovejas llegan al montículo donde el célebre conejo Paolo ha montado su consultorio.