En el museo de Versalles se halla un reloj, de mediados del siglo XVIII, cuyo carillón toca una melodía idéntica a la del God save the King, el himno nacional inglés.
Por otra parte un documento con la declaración de tres damas de Saint-Cyr y firmado ante el alcalde en septiembre de 1719 da fe de que el himno inglés no es otra cosa más que un antiguo motete conservado tradicionalmente en la comunidad de Saint-Cyr desde tiempos de Luis XIV y compuesto por Lully.
Parece ser que Lully, para festejar el restablecimiento de Luis XIV que acababa de sufrir una enfermedad, compuso una cantata titulada Dieu sauve le Roi.
Haendel, durante una de sus estancias en Francia, lo oyó y habiéndolo encontrado original se lo apropió y, a su regreso a Inglaterra, lo ofreció al rey Jorge I: era el God save the King.
Ello, según parece, era costumbre en el gran músico, al que el severo Bourgault Ducondray llama «el más grande ladrón musical que haya existido jamás».
CARLOS FISAS
“Historias de la historia (II)”
fuente: http://www.librosmaravillosos.com/historiasdelahistoriaII/parte01.html