Revista Cultura y Ocio
Voy a hablar hoy de quizás uno de los discos que más haya escuchado en mi vida, y porqué no decirlo, uno de los que más me gustan y desde luego al que más cariño tengo. Mi primera cinta de cassette original (de cromo negra, que a día de hoy sigue sonando de lujo, por cierto) fue la de Brothers In Arms de Dire Straits con 10 añitos, eso no se olvida. Dire Straits es un grupo consolidado en 1985, pero les falta el pelotazo a nivel mundial, y con este álbum, un trabajo de mucha madurez y enorme complejidad lo consiguen. Así, Mark Knopfler, con el paso de los años ha ido asimilando una capacidad de comprensión, a veces sorprendente en un músico relativamente joven, y sobre todo una fina y sutil percepción de los sentimientos y opiniones ajenos, de que todo ha de ser visto siempre desde el mayor número de perspectivas posibles para entenderlo como se debe, para dar una opinión objetiva. Hubo, de hecho, dos o tres temas del disco que levantaron ampollas en la crítica (Money for nothing y The man's too strong, por ejemplo) sobre todo norteamericana. Me refiero a las alusiones de Knopfler a la industria del disco concebido como negocio o al montaje de nuevas modas, el mundo gay y otros tabús como el de los mercenarios militares, que no fueron digeridos con facilidad.El álbum se graba en los Air Studios de la población de Montserrat, en las Islas del Caribe conocidas como Indias Occidentales, cerca de las Bahamas, y las posteriores mezclas son ya en New York. La nómina de colaboradores es extensa y lustrosa, desde el grupo Steps Ahead, a los saxofonistas Michael y Randy Brecker, el teclista Mike Mainieri, y otros como Toni Levin, Malcom Duncan o el guitarrista Jack Sonni, neoyorkino que se uniría poco después de forma estable a la banda en el lugar de Hal Lindes, para la gira mundial... y como no, el amigo Sting, por aquel entonces muy cotizado artista, líder de los ya separados o casi separados The Police que ya había empezado su carrera en solitario con un gran disco.Todos y cada uno de los temas del disco son interesantes por un motivo u otro, y es el conjunto del álbum el que se beneficia, a su vez, de la bondad, diversidad temática y unidad interna que las recorre, hasta el punto de crear un todo único, donde pequeños y grandes matices se remiten unos a otros como en un puzzle donde todo encaja, y al mismo tiempo profundo en sus claves más íntimas.Qué decir de la portada, un homenaje a la guitarra en toda regla, con esa Dobro surcando un cielo... mítica e inolvidable.
El disco empieza con So Far Away de manera ligera, suave, pero con una gran melodía, y esa guitarra de Mark que junto a la batería de Terry Williams van a marcar el tempo del tema de manera magistral, donde Knopfler en una letra sencilla (¿Dónde estás tu cuando se pone el sol? Estás tan lejos de mi...) dice echar de menos a su pareja, porque está lejos de ella, con ese estribillo algo repetitivo, pero sin machaqueo. El tema se convierte en una delicia por la madurez del grupo, que borda estos ritmos sincopados, y lo hace parecer como si fuese nuevo. Money for nothing es la primera canción que genera controversia, y he de apuntar que en las muchas veces que escuché al autor del tema hablar sobre él, dijo que estaba en una tienda de electrodomésticos y vio como dos empleados se quejaban de como tenían que currar, mientras los cantantes de grupos salían en la MTV con chicas guapas y triunfaban ("Deberías haber aprendido a tocar la guitarra, deberías haber aprendido a tocar la batería, golpeando los bongos como un chimpancé, No está haciendo nada, así es como te lo montas, Obtienes dinero tirado y chicas gratis") y es ahí en ese lenguaje crudo, directo y de la calle, donde se molesta a los puritanos, y supuestos preservadores de la ley, la moral y el orden. Por todo ello, llegó a ser censurada en radios... Aparte de que esa polémica, benefició a la popularidad del tema, y su mítico vídeo, es inolvidable el riff de guitarra casi en tono de hard-rock y la voz de Sting que hace toda la introducción hasta el estallido del redoble de la batería y la entrada de la guitarra. Hablamos de un tema de 8 minutos y 23 segundos en el que no sobra ni falta nada, una delicia.Walk of life es una canción alegre, una mirada al rock and roll pionero que deja claro con la primera estrofa "Aquí viene Johnny cantando viejas pero buenas canciones doradas: "Be-Bop-A-Lula" y "Baby, what I say?" , para luego citar a los zapatos caminantes (¿blue suede shoes?), al poder y la gloria y los blues hablados, a la navaja y el filo, I got a woman... vamos que en 4 minutos y con ritmo precioso Mark da un repaso a la historia de la música popular, chapó.Your latest trick es bajo mi punto de vista una muy buena canción, con una introducción de saxofón deliciosa, un tanto jazzística (no en vano, es el momento de los hermanos Brecker en el disco con una preciosa melodía) para dar paso a una historia algo turbulenta y tormentosa de seres solitarios y algo alcohólicos en la penumbra de las sombras urbanas, cantautores del Bronx, Harlem o Brooklyn neoyorkino, cuando antaño lo hacía del West End londinense (por aquel entonces Mark ya vivía allí en New York y se nota).Why worry cierra la primera cara, y es una pieza de porcelana delicada con arpegios de guitarra de Mark deliciosos, un tema frágil y precioso a la vez. Quizás su excesiva duración con un final repetitivo podría haberse acortado.
Y llega la segunda cara, no tan plácida, pero si la más interesante y aguda, donde se compendian y condensan las mejores virtudes del grupo. Con sonido de marimba amplificada y referencias a las músicas étnicas se inicia Ride Across the river, con el que solían comenzar los conciertos de la gira del disco, donde inmediatamente se unen teclados, y esa melodía semi-caribeña (influencia del reggae) donde como no, manda la guitarra y ¡¡¡qué guitarra!!! y una letra fascinante (otra que provocó mucho recelo en su día) que dice "Soy un soldado de la libertad en el ejército del hombre, somos los escogidos, somos los partisanos (...) soy un mercenario, soy un perro de la guerra, y nos importa poco en nombre de quien matamos". Por ello fue acusado de apología de la violencia, de un guerrero que actúa por dinero, estando en la época de presidencia de Ronald Reagan, donde Rambo era un ídolo y el espíritu militar, el negocio de las armas y demás dominaba. Knopfler coje el toro por los cuernos y va al grano. Y para rematar, los arreglos del tema son excelentes, como la trompeta de Randy Brecker gloriosa, que enriquecen y arropan el temazo. Y casi prima hermana de ésta es The Man's too strong, otro recio tema, con una intro que es puro folk, para despachar una letra donde habla de criminales de guerra, torturadores, ladrones de la historia e incineradores de libros... algo así como si describiera a los nazis. Para mi el tema más dylaniano sin duda del disco, con unos guitarrazos míticos que a día de hoy siguen retumbando.Viene One world, que es otra joya, un blues donde la guitarra puntea constantemente, el bajo de John Illsley tiene una línea maravillosa, y una letra que expresa confesiones algo mundanas pero reales "No encuentro portadas para mis discos, ni cordones para los zapatos, ni consigo realizar presentaciones interesantes en mis Lp's" y alguna más profunda y seria como "No encuentro razones para tus actos, no comparto los razonamientos que utilizas..." y por último una crítica a lo que sale en la TV.Y cierra el álbum la obra maestra absoluta que da título al disco (por si no fueran pocas las que ya llevamos), bonita y hermosa donde las haya, una de las mejores canciones de la banda para mi gusto. Resume y contiene todos los mosaicos sonoros que influyen a un tipo como Mark Knopfler. La atmósfera es sinfónica (se han hecho varias versiones orquestadas en directo gloriosas, que quedan de lujo) en el principio, que crean el ambiente y la predisposición, y mirando siempre a la música tradicional "Las montañas cubiertas de niebla, son ahora un hogar para mi..." (Referencia clara a The mist covered mountains incluída en Local hero), para luego seguir con el tono de balada clásica que es una delicia compositiva y dónde la guitarra siempre va marcando el paso acompañada del bajo contínuo, además de unos teclados majestuosos (Alan Clark y Guy Fletcher) que alcanzan casi un rollo de órgano de iglesia. En una maravillosa letra se habla del heroísmo, la valentía, el sacrificio, la fidelidad, el confrontamiento vital, la lucha... para acabar con una resolución instrumental memorable y un punteo mítico de guitarra, es como un poema o un cuadro hecho canción (de hecho el vídeo así lo entiende). Me encanta esa parte donde dice "Hay tantos mundos diferentes, tantos soles diferentes, y tenemos sólo un mundo, pero vivimos en mundos distintos"
Estamos ante uno de los discos más vendidos de la historia, cosa que es sólo un dato, pero hablamos de un gran álbum, que tendrá sus defensores y detractores, y que evidentemente por lo escrito, yo me incluyo en el primer grupo y que defenderé a muerte por formar parte de mi vida y de momentos clave de ella. Os dejo con el vídeo de Brothers in Arms.