El debut estelar de los Dire Straits se incrustó súbitamente en la memoria colectiva del rock. A nuestro juicio, este magnífico trabajo ya estaba destinado a perdurar en el tiempo desde el primer momento en que vio la luz. En un principio, el disco no obtuvo el reconocimiento que se merecía, incluso, las ventas fueron pobres, pero por suerte para el rock, finalmente se consolidó como uno de los LP’S más famosos de la época. Y todo ello, en plena explosión punk.
Centrándonos en el álbum, primero en su discografía y homónimo al grupo, fue publicado en junio de 1978 por el sello Vertigo Records en Europa y por la Warner en los EEUU. Incluyendo 9 pistas, se grabó en los Basing St. Studios de Londres y contó con la producción de Muff Winwood, ex integrante de la Spencer Davis Group y hermano del legendario Stevie Winwood. Reseñaremos que todas las canciones del LP fueron compuestas por Mark Knopfler, (Glasgow, 1949).
Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este histórico disco: Mark Knopfler (guitarras y voz), David Knopfler (guitarra, coros) John Illsley (bajo, coros) y Pick Withers (batería).

Continúan con el aire blues de “Water of Love”, para pasar a “Setting me up”, poseedora de un gran riff y pegadizo estribillo. “Six Blade Knife” es un corte suave y tranquilo, impregnado por la voz ronca de Knopfler y unos nítidos punteos de guitarra. En “Southbound Again” un bello tema, predomina la guitarra de Mark Knopfler y nos da muestras de su virtuosismo a la guitarra.
Seguidamente, llegará una joya llamada “Sultans Of Swing”, canción estrella, clásico entre clásicos del rock y punto álgido del disco, está llena de magistrales riffs de guitarra cortesía de Mark Knopfler. Sultans Of Swing, es un homenaje que los Dire Straits dedican a varios grupos de jazz que amenizaban la noche londinense.

Otras excelentes pistas que completan el LP son la balada “Wild West End”, “In The Gallery” y una hipnotizante “Lions”.
Así concluye este antológico álbum, el que lanzó a los británicos Dire Straits hacia el estrellato internacional. Un álbum mítico, que asombró a medio mundo gracias a su imaginación desbordante y a su gran calidad musical. Y por supuesto, logró convertir a Mark Knopfler en el nuevo profeta de las seis cuerdas.

