

Esta obra maestra de canción en si misma, se abre con la típica nota suspendida de la guitarra de Mark Knopfler, para luego aparecer el sonido marca de la casa del grupo, ya instaurado. Es así como se profundiza en el estilo que ya dejó claro el grupo en su primer disco, haciendo hincapié en ese sonido sincopado y de contrapunto tan característico.Dónde está la mayor evolución es en las letras, ya que Mark empieza a narrar las historias desde varios puntos de vista, y es en este tema donde hace un paralelismo entre la vida de urbana, la callejera de la macro-urbe y la del salvaje oeste, aquellos tiempo pioneros, donde la pistola era la ley y el enfrentamiento una costumbre. El tráfico callejero, la chulería de algunos conductores y la impericia de otros, hacen a Knopfler evocar imágenes bravuconas de pistoleros y peleas de saloon.

Una canción dónde la guitarra de Mark es la principal protagonista, ya que dibuja ella sola la melodía, para que entren sección rítmica y segunda guitarra, mientras la voz va contando lo anteriormente descrito.
Yo os dejo con la interpretación en directo en Dortmund en 1980, dónde abrían el concierto con la versión larga del tema.