Revista Cultura y Ocio
En 1980 Dire Straits edita Making Movies, un disco que más allá de ser un cambio, digamos que profundizó en su propio estilo, eso si, dándole un toque más rockero si cabe y un sonido más americanizado. Por otro lado, el álbum marca un antes y un después en el grupo, ya que David Knopfler había abandonado la nave en el proceso de grabación, dónde el aporte de Roy Bittan a los teclados es excelente y Jimmy Lovine a la producción, no menos.Sin embargo "Haciendo películas" es un disco cíclico o circular que comienza y termina con homenajes más o menos precisos a la mitología centro-europea de los años treinta, simbolizada en verbenas populares, carruseles infantiles y cabarets alemanes, desde Tunnel of love hasta Les Boys.Pero justo al final de la primera cara está el tercer corte del disco, Skateaway, en el que hoy me centro, con un ritmo marcado, rápido por momentos, en los que se cuela o desliza la voz de Mark, que arrastra palabras y sílabas. Tambores, teclas y guitarra se compenetran de manera fastuosa y se engarzan por derecho, mientras el bajo rellena y enfatiza añadiendo el toque perfecto para que la pieza sea completa. El refrán cantado se repite por dos veces intercalado entre estrofas largas y deslizantes, sentando cátedra. La historia del tema se centra en una reina juvenil de esos días, la patinadora, que cascos en ristre, se convierte en una Dulcinea moderna, campando por sus anchas entre coches y avenidas, a su rollo, a su aire, cabalgando a lomos de su aislamiento y de su inocencia. Mientras lo hace, inventa lances, imagina hazañas, hace películas, castillos en el aire...
Las canciones son películas, a su vez los Dj's se encargan de pasarnos películas toda la noche, el rock and roll es también pura evasión, mera imaginación...
Os dejo con el curioso y gracioso vídeo de este temazo.