Una de mis amigas de siempre me acaba de contar que está embarazada de su primer hijo. Como siempre en estos casos querría decirle mil cosas, pero al final no soy capaz de decirle nada. La maternidad hay que ir descubriéndola poco a poco, aprendiendo, y lo mismo ocurre con el embarazo. No es fácil empezar a explicarle sin más todo lo que yo considero importante.Y probablemente tampoco le interese oir mi retaíla en plan resabida, así que poco a poco ira descubriendo las mismas cosas que yo, supongo.
Pero sí ha habido algo sobre lo que me ha preguntado mi opinión: la amniocentesis. Está en la semana 12 de gestación y aún no se ha hecho la prueba de riesgo combinado del primer trimestre, pero ahí está la cuestión precisamente. Piensa en no hacerla e ir directamente a una amniocentesis, " ya que existen hoy en día esos medios y tengo 34 años", me ha dicho.
No es la primera persona que conozco que piensa de ese modo. Algo así como, para qué voy a pasar un mal trago y mil dudas y una espera eterna si sale mal el triple screening (que es precisamente lo que me pasó a mí); mejor me someto directamente a una amniocentesis.
Obviamente no le puedo aconsejar qué hacer, es algo muy personal. Y si espera que el médico la saque de dudas quizá se lleve un chasco, porque el médico la podrá informar, pero no sé hasta que punto decirle lo que debe o no debe hacer. No es blanco o negro, sin más.
Cuando pasé yo la prueba hace unos meses ya escribí bastante sobre el tema. Ahora mismo y resumiendo, lo que pienso ( y así se lo he dicho a mi amiga) es:
- Lo normal y más probable es que todo esté bien, no tienes por qué ponerte de antemano en lo peor.- La amniocentesis no es una prueba inocua- No es dolorosa, pero sí se pasa un mal rato, por todo lo que implica.
En definitiva, y ya sé que " a toro pasado" es muy fácil hablar, creo que lo mejor es seguir el protocolo habitual y empezar por una prueba sin riesgo.