Revista Coaching

¡Directivos que delegan, directivos que lideran!

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

¡Directivos que delegan, directivos que lideran!

Si eres un directivo o directiva que acumula más trabajo del que puede abarcar, si no te queda tiempo para conversar con las personas de tu equipo, si hace mucho que estás pegado a tu mesa, si hace tiempo que no amplias horizontes, si estás irritable y te vence el agotamiento... Este artículo puede interesarte. En él encontrarás:

5 motivos para que aprendas a delegar
6 beneficios que aporta tu organización que su
14 claves para una delegación efectiva
15 principios que te permitirán delegar

¿Qué es delegar?

La mayoría de directivos y directivas somos conscientes de que necesitamos delegar, lo que no siempre es sencillo. Numerosas son las creencias que lo pueden dificultar: "Si se lo tengo que explicar... acabo antes si lo hago yo", "Si, sabe tanto como yo, me quitará el puesto" "necesito tener el control de todo lo que me siento responsable", "nadie lo hace como a mi me gusta, soy muy meticuloso", "me sabe mal cargarlos, ya llevan bastante", "pensarán que no valgo, que no soy responsable, que me aprovecho de mi cargo", "si alguna vez he delegado, he tenido el doble de trabajo, repasando y corrigiendo lo que han hecho", etc.

A pesar de que el trabajo se nos acumula, que los papeles crecen en nuestra mesa, que tenemos diez llamadas por responder, que nuestro malestar e ineficacia se incrementan, no acabamos de dar el paso para delegar efectivamente. Quizá pensemos que: "la teoría es muy bonita, pero en nuestro caso concreto, no es posible delegar. Otros si pueden, pero nosotros no".

Cuando estamos muy apurados, cómo mucho, "mandamos" o damos una orden: "haz esto", y añadimos un educado "por favor"; sin ampliar la información, lo hacemos deprisa y sin comprobar que se comprenda el sentido de la orden, con indiferencia de lo que esté haciendo en ese momento la persona; sin determinar lo que esperamos ni como valoraremos el éxito final y, en última instancia damos un discreto "gracias". Algunos, en algún momento podemos confundir delegar con quitarnos trabajo de encima y dárselo a otros, en definitiva con "mandar". ¿A quién? Al que no se atreve a decirnos que no.

En el fondo desconocemos el valor que aporta a la organización que sepamos delegar correctamente. Ignoramos que al delegar generamos armonía y buen clima laboral, incrementamos el rendimiento global y el desarrollo personal y profesional de todo el equipo de colaboradores.

Aprender a delegar y entrenarse para convertir esta competencia clave en una virtud es un hábito que frecuentemente entrenamos en procesos de Coaching Teleológico, sobre todo con aquellos directivos o directivas que quieren desarrollar su liderazgo.

Motivos por los que es imprescindible que aprendas a delegar

  1. Es fundamental para tu organización, que aprendas a delegar. ¿Alguna vez te has planteadocuál es tu precio/hora para la empresa? Imagina que tuvieras que imputar a ciertas tareas esta tarifa, ¿cuál sería su coste real?
  2. Es esencial que aproveches el talento de las personas de tu equipo, para que crezcan y desarrollen todo su potencial ¿Qué pasa cuando no ofreces retos estimulantes a tus colaboradores? Con el tiempo, ¿qué consecuencias tendrá para la organización?
  3. Es vital que dediques tu tiempo a diseñar la visión, que elabores estrategias, que te anticipes, que reflexiones y comuniques tu visión. ¿Qué ocurre cuando dedicas un alto porcentaje de tu tiempo a la ejecución o gestión? A medio o largo plazo, ¿qué efectos tendrá para la empresa que no te quede tiempo para dirigir?
  4. Es primordial que dediques tu energía, tiempo y talento a aumentar la rentabilidad de la organización. La rentabilidad está vinculada al aprovechamiento de oportunidades para entrar en nuevas áreas de negocio o expandir las actividades de la organización. ¿Cómo repercutirá en la rentabilidad que priorices la gestión en lugar de dedicarte a ampliar tu visión?
  5. Es necesario que dediques tiempo a tus colaboradores, que te pongas a su servicio, que crees las condiciones para generar un buen clima laboral ¿Cómo se sienten cuando no tienes tiempo para escucharles y atenderles? ¿Cómo afecta tu estrés, frustración o mal carácter a su implicación y compromiso, a su entusiasmo e ilusi

Beneficios de delegar

  1. Delegar te permitirá conseguir el tiempo que necesitas para hacer lo realmente importante: conocer cómo funcionan las distintas áreas de la organización, transmitir la visión, decidir las prioridades, diseñar estrategias, potenciar y aprovechar el talento de las personas de tu equipo, en definitiva: liderar.
  2. Posibilitará a los miembros del equipo desarrollar sus talentos, aumentar su efectividad y lograr los objetivos marcados, ya que al delegar efectivamente transferirás el sentido y el propósito de las tareas encomendadas.
  3. Facilitará que las personas del equipo se centren en aquello que es fundamental ejecutar ya que conjuntamente con ellos concretarás los recursos que se necesitarán para lograr el objetivo, en el plazo esperado y con los estándares de calidad que se precisan.
  4. Que las personas del equipo desarrollen sus talentos y competencias, crezcan y se desarrollen gracias a nuevos retos y los aprendizajes que deberán integrar. Con ello adquirirán la experiencia que más adelante repercutirá en beneficio de la organización.
  5. Garantizará que a pesar de que tú esté ausente, durante ciertos periodos de tiempo, tu equipo seguirá adelante, sabiendo hacia dónde se dirigen, sintiéndose responsables de sus decisiones y comprometidos con la organización.
  6. Os permitirá comprobar a ti y a tu equipo, cuáles son vuestros puntos fuertes y las áreas de aprendizaje. Por ello, es una buena herramienta para evaluar conocimientos, competencias y procedimientos.

Claves para una delegación efectiva

  1. Cuando delegues es imprescindible que expliques el contexto, la importancia global de lo que pretendes, para que la persona a quien vas a delegar el proyecto pueda darle sentido al trabajo que va a realizar. No hay nada más desmotivador que "hacer por hacer". Cuando la persona delegada puede comprender el alcance y valor de su tarea incrementa su compromiso, implicación y responsabilidad.
  2. Si quieres generar autonomía y que el proyecto no se detenga si no pueden contactar contigo, es fundamental compartir la información pertinente para que puedan tomar las mejores decisiones a lo largo del proceso de ejecución. Cuanta más autonomía generes, mayor es la satisfacción personal y profesional ante los resultados obtenidos.
  3. Es imprescindible que el objetivo final sea ganar todos, que lo que estás pidiendo aporte beneficios y favorezca a todas las personas de la organización, que no sea para tu beneficio personal o vaya en contra de otras personas.
  4. Será clave para delegar efectivamente que determines de manera precisa y concreta, el objetivo a conseguir, el resultado esperado y el nivel de calidad deseado. Así todos sabréis que se ha alcanzado el resultado de manera exitosa y podréis celebrarlo y vitorearlo.
  5. Determinar el plazo de entrega será imprescindible. No hagas indicaciones del tipo: "¿puedes darme esto lo más pronto posible?", "por favor haz esto cuando te sea posible" Sé específico acerca del momento en el que el proyecto ha de estar concluido, para poderlo entregar en la fecha prevista. Dejad un margen de tiempo entre la conclusión y la entrega (acorde con su magnitud) para poder revisarlo o subsanar algún contratiempo imprevisto.
  6. Cuando delegues hazlo de todo el proyecto, dándole al colaborador los medios, la responsabilidad y la libertad para decidir cómo lo llevará a término, cómo ejercitará su iniciativa. Esto eleva el interés de la persona y le confiere un sentido más profundo de logro y satisfacción cuando la tarea se completa. Sin embargo, la responsabilidad última recae en ti.
  7. Identificad los recursos necesarios para lograr el objetivo. Delega la responsabilidad pero confirma que se posean los recursos adecuados. Tiempo, dinero, contactos, permisos, datos, personas de apoyo, etc... Clarifica los recursos que necesitará. Ponte a su servicio.
  8. Al delegar algo a alguien de tu equipo, cerciórate de que otras personas, fuera y dentro de la empresa, sepan que tú le has dado la responsabilidad y autoridad, para que les quede claro que, a todos los efectos, en ese proyecto te está representando a ti y a la organización.
  9. La metodología fundamental para delegar efectivamente es el diálogo. Pregunta antes, durante y al final. No hables sólo tú. Delega en un ambiente que te permita hacer una explicación completa del proyecto. Involucra y fomenta sus comentarios y sugerencias. Al finalizar pídele que te explique el objetivo, el resultado que esperas, qué necesita de ti, cuándo lo podrá empezar, cómo le hace sentir este reto, cómo afectará a sus proyectos actuales, etc.
  10. Al delegar establece fechas para revisar el proyecto, corregir las desviaciones, dar ánimos o felicitar los avances logrados. Sin revisión no hay delegación, sólo te habrás quitado un trabajo de encima. Cuadra en el momento de la delegación las agendas para programar las revisiones Concreta lo que deberá estar en esas fechas.
  11. En las sesiones de revisión, el diálogo continúa siendo la mejor metodología. Preguntas del tipo: "Qué necesitas de mi en esta fase del proyecto? Dices que no acabas de estar satisfecho ¿qué puedes hacer distinto? Parece que aquí hay un problema ¿qué piensas tú?. Si la persona te pregunta si es posible postergar la fecha límite, pregúntale ¿qué alternativas tenemos para tenerlo en la fecha prevista? ¿Qué recomiendas?
  12. La responsabilidad final es tuya. Pero recuerda, el mérito es del que lo ha ejecutado, no te lo quedes tú. Reconoce y valora públicamente el éxito alcanzado, la meta conseguida.
  13. No importa lo alto que sea el potencial del equipo de personas sobre las cuales se delegarán tareas, tus colaboradores necesitan entrenamiento y formación.
  14. Comienza delegando poco a poco y avanza delegando tareas más complejas y observa como crece la confianza entre ambas partes.

Principios para delegar efectivamente:

  1. Guía sin interferir..
  2. Clarifica el objetivo y su finalidad.
  3. Indica posibles obstáculos y alienta la búsqueda de alternativas para sortearlos.
  4. Delega responsabilidades sin controlar a la persona.
  5. Indica cuando revisaréis, pero no hagas controles por sorpresa.
  6. Apoya sin rescatar. Confía en que sabrán encontrar la mejor solución si les haces las preguntas adecuadas.
  7. Confiere poder y libertad al equipo para que hagan lo que han de hacer.
  8. Confía en el potencial e iniciativa de tus colaboradores.
  9. Otorga libertad y autoridad para que pasen a la acción.
  10. Se humilde con los errores que se produzcan, tú también estás aprendiendo a delegar.
  11. Abre tu mente a otras formas de hacer las cosas a nuevas ideas y puntos de vista.
  12. Facilita que el dialogo fluya para que tus colaboradores puedan ejercer sus responsabilidades, manteniendo la puerta abierta para el intercambio de información o directrices.
  13. Déjales hablar.
  14. Ponte a su servicio!!!
  15. Lidéralos!!!

Cómo directivos y directivas hemos de saber generar las condiciones para que esto sea posible. Delegar es un arte, que podemos aprender. Tiene que ver con la confianza, la libertad, la apertura, la humildad y una actitud dialogante, tiene que ver con el ¡LIDERAZGO!.

Aprender a delegar y entrenarte para convertir esta competencia en una virtud es un hábito que puedes entrenar realizando un proceso de Coaching Teleológico y de esta manera desarrollarás tu liderazgo y ampliarás tu círculo de influencia, tendrá tiempo para lo importante, mejorarás tu calidad de vida y potenciarás a tu equipo de colaboradores.

Fuente: http://www.coachingparadirectivos.com/2012/12/directivos-que-delegan-directivos-que-lideran/

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