Hay veces que un problema o adversidad se posa en nuestra vida como caído del cielo. No lo esperabas, no sabes de donde ha salido, ni querías que te pasara a ti… pero ahí está.
En este caso hay dos opciones con las que podemos procesar la situación:
1º- Analizar dicho problema, buscar la solución adecuada para él y ejecutar la acción para hacerlo desaparecer de nuestra vida tal y como ha llegado.
Este método es el correcto en la mayoría de los casos y deja al sujeto “limpio” de residuos de Ansiedad y de la carga que va produciendo la acumulación de más tareas pendientes para el subconsciente.
2º- Comenzar a preocuparse por este problema antes de buscar posibles soluciones al respecto. Dejar el problema aparcado, sin atención y con la sensación de no poder encontrar la manera de combatirlo.
Este es el método incorrecto de actuar puesto que dejamos en el olvido un tema importante y sabemos de antemano que crecerá y se convertirá en una complicación mayor.
Es evidente que queda una preocupación instalada en la rutina diaria, aunque no pensemos en eso, nos molesta constantemente creando ansiedad y angustia en nuestro subconsciente.
Dicho de otra manera, la acumulación de problemas sin resolver va llenando nuestro interior de residuos que relentizan y distorsionan nuestra mente de tal forma que llega a hacer saltar los dispositivos de alarma.
En este caso denominado: Ataque de Ansiedad.
La DISCIPLINA de resolver INMEDIATAMENTE los problemas que van surgiendo puede contribuir notablemente en un mejor dominio de la personalidad y a un control absoluto de nuestos ataques de pánico.
http://ataquedepanico7.wordpress.com/
Diego CG.