¿Sabéis esas placas azules que van dentro de las neveras de playa?, pues este disco es igual o más fresco que eso, y tan contundente como si te dieran con la misma placa repetidamente en todo el jeto.
Estos argentinos residentes en Bilbao y que graban para un sello catalán B-Core, deben ser unos putos pirómanos en sus directos, ya que las canciones queman y te ponen a pegar patadas a las paredes, vasos o cualquier elemento sólido que te pille por el camino, oséase, me provocan casi todas las canciones lo que conseguía I bet you look good on the dancefloor de Arctic Monkeys o el Up the bracket de The Libertines.
Pura dinamita plasmada en canciones como la titular In the land of silver souls, que suena como los Black Rebel Motorcycle Club más salvajes, lo mismo que la locomotora salvaje de Wha't is in the mirror, que bien podría ser una continuación lógica de Whatever happened to my rock'n'roll; ecos también a los Primal Scream del Riot City Blues, como podría ser Hit'n'Mis y A night in the ocean o el puntazo a lo Iggy Pop en King of the Rain, con ese ritmo tan marcadamente blues.
Recordando a toda esta gente, el disco no puede ser más apetecible, y aunque no lo pareciera, estamos ante un trabajo muy fresco, fiero y de rock'n'roll de ese que respira autenticidad por los cuatro costados.
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