Hace ya unos dos meses o así, me encontré de golpe y porrazo con este grupo en Los conciertos de Radio 3, y lástima que era de madrugada y hubiera jodido a los vecinos, ya que no los pude disfrutar con el volumen que hubiera deseado.
Ellos también han optado por el camino de la autoedición, y se nota en que sus canciones están cargadas de pequeños detalles, supongo que probados y estudiados al milímetro para que suenen como suenan, y en este Quieto, muere, resucita, nos encontramos un pop clásico que aunque bebe de los décadas prodigiosas de los 60 y los 70, no olvidan para nada el presente.
Temones con la potencia de Cadáver Exquisito, muy en la línea de las canciones del primer disco de Kaiser Chiefs, inmediata y redonda; muy The Clash en Hierro y níquel; o algunas que nos suenan como sonarían Los Brincos si fueran de nuestro tiempo, como Por tu bien, Causa Perdida o La Explicación, marcan unas señas de identidad, en el que el gusto por las melodías es lo que manda.
Aunque si hay algo destacable para el menda que les escribe, es arriesgarse con una cover tan complicada como el Needle in the camel's eye de Brian Eno, aquí titulada La aguja en el ojo del camello, de la que salen ilesos y vencedores, y que suena, actual, potente y clásica a la vez.
Uno de los grupos más prometedores de los que he escuchado en los últimos tiempos, y que espero y deseo que sigan dando mucha guerra en futuros no muy lejanos.