El pasado 4 de octubre, a través de Valory Records –sello dependiente de Big Machine Records, con el que Brantley Gilbert firmó en 2011– apareció el quinto álbum de este artista, Fire and Brimstone. Con 34 años, Gilbert acumula una gran experiencia en esto del country, pues empezó a los 20.
Una vez que el disco ha llegado al circuito, Brantley emprenderá el próximo mes de enero su correspondiente gira de promoción, que llevará por título Fire ‘T Up, si bien ya en junio inició otra para dar a conocer una de las canciones, Not Like Us.
Producido por Mike Elizondo, Dan Huff y Brandon Day, su punto fuerte son las letras, pues, como el propio Gilbert ha reconocido, se considera más compositor que cantante. En algunas canciones ha colaborado con alguno de sus vocalistas preferidos, como Jamey Johnson, Alison Krauss, Lindsay Ell o Willie Nelson, si bien la voz de este último solo se escucha de forma testimonial.
Empezamos con el tema que le da título, Fire and Brimstone, que cuenta con la colaboración de los citados Johnson y Krauss. La filosofía que subyace en él es que hay que sentirse cómodo en la piel de cada uno y no juzgar a los demás.
El primer single es What Happens in a Small Town, cuyo título hace referencia a la conocida afirmación sobre Las Vegas –“Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas”– y habla de las consecuencias de una ruptura. La canta a dúo con la cantante canadiense Lindsay Ell. A mediados de julio, el single llegó al número 13 de las listas.
El álbum se cierra con Man That Hung the Moon, obra del propio Gilbert, a propósito del amor de un padre por su hijo y de la admiración que desea despertar en él: “Pensarás que yo colgué la luna, que yo hice el cielo, que el sol sale y se pone en mis ojos”. La canción es un homenaje a su hija, que nació en septiembre.
Brantley nunca ha ocultado sus fuertes convicciones religiosas, y ha incluido en el disco este tema góspel, Lost Soul’s Prayer, en el que el narrador ruega para que su alma sea salvada.
Anuncios