Revista Cultura y Ocio
Personalmente llevo enganchado sin salvación alguna a las canciones de Guille Mostaza y Santi Capote desde su primer trabajo, ese magnético Lo Tuyo No Tiene Nombre, que estaba nutrido de redondísmas y empáticas canciones, cosa que no han dejado de lograr a lo largo de este trayecto y que en este Pop Cabrón se rubrica con letras mayúsculas.
Se nota que este disco es su niño mimado, que se lo han currado con esmero en su propio estudio, cuidando al milímetro todos y cada uno de los detalles, cosa que se nota en todas las inmensas canciones que lo conforman y que podrían ser sin ningún problema en su totalidad singles de éxito en un mundo justo.
Parecen poseídos por el espíritu de su querido Jeff Lyne, y no lo digo por sonido (en el que también se notan sus huellas) sinó por los redondos acabados de por ejemplo el triángulo amoroso de O Tú O Él O Yo; la ya conocida Aunque Te Rías De Mí; o la impepinable No Finjas, a dúo con Mariana de Dënver.
Si además se hacen acompañar de Iván Ferreiro en una de ellas, Extraña Melodía, que es simplemente increíble, poco más queda por añadir, estamos ante uno de los discos del año sin dudarlo, y posiblemente de los mejores de lo que llevamos de década en el pop hecho en castellano.
Ellos son muy muy grandes, cosa que no hacen más que demostrarnos a cada uno de sus pasos, ahora solamente falta que el público les ponga en el lugar que merecen comercialmente, ya que emocionalmente nos tienen a todos entregados desde siempre. Lo más cercano en coherencia y magia de nuestro panorama musical a lo que podrían ser en tierras británicas mitos como los Pet Shop Boys.