No sé la razón ni por la que me digno a poner una reseña, de esto a lo que llamaremos disco.
En pos de una supuesta actitud, de una supuesta modernidad, e incluso de una supuesta valentía, el tío saca un doble cd de la manga, en el que a título personal no veo ni el más mínimo atisbo de lucidez en ninguna de las canciones...¡y mira que podría haber acertado al menos en una, aunque fuera por descarte!
Y es que una cosa es jugar, transgredir e incluso acariciar el ridículo,, pero eso hay que saber hacerlo con talento, como por ejemplo hace Joe Crepúsculo, pero esto, supongo que repicando ollas y sartenes, diciendo cuatro burradas y rascando una botella de anís del mono, lo haría más sufrible y menos engañoso.
No voy a destacar ninguna de las canciones como hago habitualmente, ya que no me parece ni destacable ni salvable ninguna de ellas, ya que en resumen y a grandes rasgos, este disco me parece una total y absoluta tomadura de pelo, ensalzada en una imaginaria modernidad underground, de la que no me gustaría llegar a formar parte nunca si me tengo que tragar truños de tal calibre.
Con lo bien que estaba yo sin descubrir estos desastres. Sinceramente me quedo con el Emilio José que cantaba música ligera en los 70...