Mientras aún colean en nuestros corazoncitos las canciones del genial El perro es mío, va Fran Fernández y saca nuevo material de su proyecto como Francisco Nixon, acompañado de su inseparable Ricardo Vicente.
El resultado es un miniLP, con su estilo propio bien remarcado y con canciones que sin perder el punto de humor, acentuan el papel asumido de loser, siempre llevado con dignidad. Canciones súblimes, a las que nos estamos malacostumbrando, por suerte, y que nos muestran a un artista que compone desde la sinceridad y nos encandila con su sencillez.
Ya con Llegaste tarde, tira de ironía, hablando en boca de alguien muerto que echa de menos a esa chica de vestido rojo ("Has llegado tarde a mi funeral, hasta el último momento te has hecho de rogar"), intenta arreglar una separación sentimental en Déjame intentar, preguntas para sus adentros en Lo que Jeckyll le dijo a Hyde, o ya en voz de Richi en esa especie de homenaje al sonido Calamaro que es A cielo raso y sobre todo la razón de todo esto y por la que Fran decidió grabar este trabajo nada más oirla, San Fernando, con esa guitarra fronteriza que nos hace sentir en un spaghetti-western de Sergio Leone y que parece que juega con el dicho de "el coche de San Fernando", cómo podemos ver en sus palabras ("No te gusta que conduzca los domingos, a ver si pasa algo por el camino"), o al menos eso le parece a servidor.
¿Serán el Dúo Dinámico de nuestra generación?, ¿será, tal vez, el inicio de una productiva carrera de Ricardo Vicente? Quien sabe, a mi su timbre de voz me recuerda sanamente al de Marc Ros de Sidonie, y eso sólo puede ser bueno. Estaremos atentos a sus pasos.