Revista Cultura y Ocio
He seguido a Gossos orgullosamente desde su primer disco, en el que cada canción era un acierto melódico, y diría que soy de los pocos que tengo su disco en castellano (que no me pareció demasiado acertado, por cierto) y les perdí la pista cuando les escuché a dúo con Macaco. Cosas mías...
Pero desde la primera escucha de Zenit, canción que le da título al disco, se me pusieron de nuevo en el bolsillo con ese sonido cercano al indie-pop electrónico, que les sienta que ni pintado a sus siempre empastadas voces; cosa que remataron con Comença Tot, en la que se hacen acompañar de Judit Nedermann, una de las voces más brillantes de la escena catalana; incluso con los guitarrazos de Com Abans, uno de los temas más certeros de este trabajo, y también en el que cabe la nostalgia, el carpe diem, y el ser siempre un poco Peter Pan.
También subrayaría el reggae-pop, localista y universalista a la vez, que bajo el título de La Llum Que Portes Dins, camufla una una declaración de amor bajo una letra que habla de sentirse parte de algún lugar concreto; o La Porta Oberta, pura esencia Gossos, tanto en sonido como en letra, y que podría decirse deudora de Qualsevol Nit Pot Sortir El Sol, que con el tiempo se ha transformado en un himno okupa y es algo que les podría suceder con esta. Para mí, un paso adelante valiente de los de Manresa que espero que les reporte muchas alegrías, que se las merecen.