Mientras esperamos que en breve caiga el Vol.2, analizaré (tan exhaustivamente como sea posible con la poca materia gris que soy capaz de usar hoy) el primero de estos volumenes, cargados de ironía, locura desbocada, lirismo cargado de exabruptos sútiles y talento para lanzar proclamas escondidas entre melodias naïf.
Espectacular en el arrebato de esperanza en los adolescentes Fé en el acné; indie-pop efectivo y de calidad en Pirotécnia Barata (quizá por eso la titula así), la redondez rítmica y adictiva de Cada día más; o el trabalenguas que es Server Led, el cual es imposible cantar del tirón a no ser que el que lo haga se llame Fidel Castro; y se nos vuelve loco en un country anfetamínico titulado Anem a l'Alcampo, utilizando el supermercado susodicho como metáfora de huida de esta civilización podrida.
Pero en las que realmente me remata es en Las Distancias Cortas (con un deje al Do It de los Sunday Drivers, que creo que solo noto yo), y en la súblime, perfecta o cualquier adjetivo gigante que se le pueda dar, Màgic, solo acompañado de una guitarra acústica, deja finos a los mandatarios del mundo y nos muestra una solución hedonista y quizá egoista, que es la que yo adopto también "es màgic, es meravellós que ens menteixin així, jo no vull pas la veritat, vull ser feliç / es mágico, es maravilloo que nos mientan así, yo no quiero la verdad, quiero ser feliz", parrafada que en pocas palabras resume una forma de vida a la cual me adoso y por la que ya valdría la pena apostar por el disco nada más leerla/escucharla.
A Joan Colomo le amas o le odias (lo que siempre le sucede a la gente con verdadero talento), y creo que es bastante evidente que pienso yo al respecto, ¿no?.