Tal vez nadie en el mundo haya sido más fan que yo de este grupo, y lo digo sin ánimo de exageración, nada más lejos, pero como bien indica el nombre de su single, Peter Pan R.I.P., el niño interior de estos chicos ha muerto y con ello, cualquier atisbo de originalidad, chispa y/o excitación, aunque esta fuera provocada por los estupefacientes, que seguro que si se arreaban en sus mágicos 90.
A ver, con eso no quiero decir que este trabajo no sea superior a Strangefolk, para mi, mi primera decepción con Crispian Mills y los suyos, pero echo de menos esa fuerza, ese vigor, que incluso nos regalo en los discos de The Jeevas, los cuales merecieron mejor suerte de la que consiguieron.
El disco, suave y delicado como pocos, con los The Beatles más tranquilos en mente, para entender por dónde van los tiros, es un alarde de medios tiempos, pop psicodélico de bajo voltaje y folk relajante y relajado, o sea, muy poco de lo esperado.
Sólo vemos atisbos de lo que fueron en Figure it out, canción que podría haber estado en cualquiera de los dos primeros discos, incluso en alguno de Oasis, jejejeje ( lo mismo diria de Ophelia, antes de que se me olvide). Mucha fuerza también en Modern Blues, en la cual nos reencontramos con su añorado sitar con todas las de la ley y preciosa a la par que delicada Cavalry, una de las joyitas de este nuevo disco. No quiero olvidarme de destacar el ya citado single, Peter Pan R.I.P., un temazo que sigue la estela de la música de Neil Hannon y sus The Divine Comedy y que es una auténtica delicia para los oidos.
A resumidas cuentas, no es el disco que me hubiera querido encontrar de este grupo, que si, que ya sé que el brit-pop murió casi cuando nació, y que todos envejecemos, algunos para mejor y otros para peor, pero tampoco es un puto desastre, para nada, es una obra de madurez de un grupo que nos entregó grandes momentos de buen pop, de ansía juvenil y de psicodélia, distorsión y melodía a partes iguales, las cuales aparecen por aquí, más bien con cuentagotas.
Me gustaría destacar, que el video-clip de presentación está dirigido con muy buenas maneras por el propio Crispian en los London Kensignton Gardens y que está cargado de metáforas a la perdida de la juventud y la inocencia.
Peter Pan no debería morir nunca...