Cuando El Destino Nos Alcance no consiguió tocarme como esperaba de un grupo con el que he tenido una afinidad brutal desde el primer momento, cosa que se soluciona con Impronta, un disco hecho con maestría, jugando todas sus bazas aprendidas en el camino.
El arranque de la canción titular, Impronta, es tan Phil Spector que es imposible resistirse y si además Noni vomita sus sentimientos con voz casi susurrada ahí tenemos nuevo clásico del grupo; está El Tiempo Pasará también entre mis favoritas, con esos sutiles sintes y esa letra marca de la casa y de la cual el estribillo se convirtió en adicción desde el primer segundo.
Emborracharme se me antoja como himno para todos esos estúpidos "peterpanes" ya entrados en la treintena (como servidor de ustedes), y que bien podría ser un mensaje de móvil de esos desafortunados de madrugada y con el que inevitablemente me siento identificado al 1000%; Una Señal, que apunta a single por su poderío; o ese titulazo que es A-Sinte-Odio, tan ochentera en sonido que enamora y que personalmente pincharé siempre junto a Groenlandia de Zombies, son disparos certeros de los granadinos, que me tienen de nuevo entre sus filas (aunque nunca dejara de estarlo, aunque no fuera en primera línea) y con el que seguro que disfrutaré de muchos momentos intensos.
Aunque mirándolo fríamente, un disco que arranca con un pepinazo como Planilandia, raramente puede ir mal. También decir, cosa que me encanta, que la voz de Noni cada vez se parece más a la de ese mito llamado Juan Rivas.