Otro claro ejemplo de mis problemas con los nombres de los grupos, que a veces, como en este caso, te juega malas pasadas.
Al verlo lo primero que pensé es que era otra de esas mierdas vacías que recomiendan desde Pitchfork y que acaban siempre de cabeza de cartel del Primavera Sound.
Aquí ya de entrada enganchan a los que sean seguidores de la época más psicodélica de The Beatles, los que se ponían hasta el ojete, y en canciones como Feels Like We Only Go Backwards es imposible no confundir a su vocalista Kevin Parker con John Lennon.
Se transforman en T-Rex en la imprescindible Elephant; suenan a Beachwood Sparks en la delirante Keep On Lying; recuerdan a los mejores The Flaming Lips en Endors Toi (ya me la imagino en un concierto entre lobos gigantes y confetti); o nos ponen a flotar de lo lindo con la creciente Why Won't They Talk To Me?, armada de unos coros increíbles y emocionantes. Un disco de las que ya no se estilan, de esos que hacen creer todavía que en el pop no está todo dicho y que no nos comeremos solamente música hecha por máquinas y por informáticos que se hacen decir músicos.
Tomadlo a pequeños sorbos que disfrutaréis de lo lindo los que tengáis algo de nostalgia de tiempos musicales pasados, para muchos mejores (no para mi, que creo que cada día nacen nuevos clásicos), y hecho por un grupo al que no le voy a perder la pista y del que voy a descubrir en breve si anterior trabajo Innerspeaker.