[Disco] The Vaccines - Come of Age (2012)

Con su debut What Did You Expect From The Vaccines nos deslumbraron y ahora, dos años después, nos presentan Come Of Age, seguros de si mismos y convencidos de haber creado algo realmente grande. 
Como reza el título de este álbum estos chicos parece que ya han alcanzado la mayoría de edad musicalmente hablando. Aunque se formaron como grupo en el 2010 suenan como unos auténticos veteranos de la escena indie-rock.
Las temáticas imberbes de la mayoría de sus canciones delatan su juventud pero no así la consistencia de sus composiciones, las cuales suenan realmente sólidas y experimentadas.
De momento siguen optando por la producción más cruda y realista posible dando como resultado autenticidad y frescura por los cuatro costados.
El disco empieza con una No Hope muy del estilo de los The Strokes pero esto, como veremos durante el resto del disco, no pasa de ser una mera coincidencia. Le sigue I Always Knew y una recreación sonora de los años cincuenta, con unos gorgoritos vocales de su cantante inclasificables.
La fantástica Teenage Icon nos cuenta las intrigantes preocupaciones por llegar a ser un don nadie a ritmo de pop rebosante de granos pajeros. Después estos chicos nos muestran el desamor con bases sixties en All In Vain y en Ghost Town nos enseñan su lado más rocker.
Aftershave Ocean resulta un armónico medio tiempo en el que la guitarra eléctrica ejerce de segunda voz, chispeando brotes psicodélicos y creando un clímax de tema realmente grandioso. Seguimos en terreno pausado con Weirdo la cual deleita nuestros oídos con unos punteos de guitarra realmente deliciosos y un bajo referente de principio a fin.
Seguimos con Bad Mood y el lado más canalla de los de londinenses a flor de piel. Aquí alcanzan niveles de distorsión guitarrera realmente altos y rematan la faena con una batería profundamente enrabietada.
Con Change Of Heart Pt. 2 suavizamos el nivel eléctrico que iba alcanzando el álbum aunque sin abandonar su intensidad rockera. Mientras, en  I Wish I Was a Girl nos transmiten unas ganas locas de cambiar de sexo o quizás sólo de montar una fiesta de pijamas con las amigas, todo ello a ritmo de sonidos muy cercanos a los The Kinks.
Finaliza el disco con Lonely World, donde Justin Young nos canta a su máximo nivel de exigencia, que no es mucha, todo hay que decirlo. En este tema, el bajo y la batería nos acompañan pausadamente hacia la puerta de salida, dejando hacia atrás un álbum excelente.