El disco viene claramente impregnado de sonidos y texturas propios de esos lares, originando, aún quizás sin pretenderlo, un pequeño homenaje a la música oriunda de esas tierras del otro lado del océano.
Hombre De Ninguna Parte es la canción con la que se abre el álbum en forma de deliciosa bossa nova. Le siguen los ritmos andinos de La Gran Montaña y nos ponemos místicos, casi religiosos, con el tema con aires de oración Por El Viejo Barrio. Terminamos esta primera parte del disco con la visita del espíritu de Los Panchos en Caballero.Llega la hora de escribir una carta de amor a la capital argentina en Buenos Aires mientras la samba nos invade en la siguiente De Piedra y Arena Mojada.
Abrimos la segunda parte del disco con la perla acústica La Boca Del Volcán y la canción más pop y jovial de su tracklist, Desafinado Amor. La melancólica Postal De Nueva York y la preciosa melodía con ese tambor de fondo y emotivo falsete final en Tierra, nos conducen a la última etapa de este viaje vital y sonoro.
Joven Poeta, este tango donde sustituimos el acordeón por la guitarra eléctrica y incluimos unos coros que nos dan la fuerza suficiente para cubrir lo que nos queda de trayecto.
Llegamos ya al final de este reconfortante i exótica travesía en compañía de la nómada y frenética El Asaltante de Estaciones.
La soledad, el sentimiento de añoranza y las ansias del viajero por encontrar nuevas experiencias resumen en gran parte la temática de este Atlántico. Cual será la próxima aventura de este Xoel López con espíritu de Marco Polo?
Mientras nos quedamos con la duda, cerramos por hoy con esta joya de vídeo de la canción Tierra en formato acústico/playero, con el mismo Xoel y el gran Iván Ferreiro, ahí es nada.