El gigante canadiense ha dicho adiós. Los Rush se han bajado de los escenarios tras una trayectoria musical de más de cuarenta y cinco años en los que han sido uno de los reyes del hard rock y el progresivo. Como casi todas las bandas de largo recorrido, el sonido creado por Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart ha ido mutando en diferentes épocas, llegando a caminar por el AOR, el pop rock e incluso la new wave. Han sido autores de una serie de álbumes que a día de hoy son consideradas auténticas obras maestras. Este hecho unido a un gran directo, les ha llevado a conquistar el mercado estadounidense y canadiense, pero también les ha reportado una repercusión a nivel mundial.
10. Snakes & Arrows (2007)
Cinco años después del irregular Vapor Trails apareció en escena este álbum. Snake & Arrows tiene la virtud de ser el típico trabajo de una banda consolidada que ya no pretende sorprender de buenas a primeras, sino demostrar su amor por la música y su experiencia al servicio de unas composiciones que en general no flaquean en ningún momento. Los canadienses siempre han sido vanguardistas en su sonido, siempre han mostrado una gran capacidad para evolucionar, y aquí no dejan escapar la oportunidad. La sonoridad es actual, las guitarras distorsionadas son cortantes cuando deben serlo y la base rítmica es lo que Rush quieran en cada momento, ni más ni menos. Disco de oro en Canadá.
9. Grace Under Pressure (1984)
Álbum rupturista por diversos motivos. La mano derecha del grupo, el productor Terry Brown, ya no participa en la producción del disco. Tras barajar varios nombres importantes y no concretarse nada, los Rush producen el álbum con la ayuda de Peter Henderson. El sonido del grupo sigue una evolución lógica derivada del anterior Signals, es decir, los teclados siguen siendo protagonistas y las composiciones parecen más acordes con la radiofórmula. La esencia progresiva sigue presente, pero es canalizada de diferente manera junto a pinceladas new wave y melodías pop. Destacan "Distant Early Warning", "Red Sector A" y "The Enemy Within", esta última muy influenciada por The Police.
8. Fly By Night (1975)
La evolución musical de Rush con respecto a su álbum debut es considerable. Aquel no dejaba de ser un buen ejercicio de hard rock con pinceladas blues, muy de la corriente del momento. Sin embargo, la llegada de Neil Peart a la batería en detrimento de John Rutsey es un acontecimiento capital, ya que a partir de ahí, el propio Neil se encargaría de escribir la inmensa mayoría de letras de las canciones, plasmando en ellas su pasión por la ciencia ficción y la filosofía. Otro factor importante es Terry Brown, quien se encargaría de ayudar al grupo a producir y de paso controlar a este monstruo de tres cabezas. Las pinceladas progresivas aparecen y nos regalan la legendaria canción homónima.
7. Clockwork Angels (2014)
Quedará para la historia como el último trabajo de estudio de la banda canadiense. Clockwork Angels prosigue la senda marcada por Snake & Arrows, donde las guitarras suenan densas y la base rítmica realmente contundente. Sin embargo, este álbum va mucho más allá en prácticamente todos sus detalles. La temática conceptual es fantástica, la portada marca con las agujas las 21:12, haciendo alusión al mítico álbum 2112, y las composiciones poseen una mayor solidez e incluso hay un mejor trato de las melodías. Sobresalen títulos como la inicial "Caravan", "BU20", o la excelsa "Headlong Flight". El álbum ha conseguido el disco de platino en los Estados Unidos y el oro en Canadá.
6. Signals (1982)
A pesar de que los sintetizadores empezaron a cobrar cierto protagonismo en álbumes anteriores, la utilización de ellos en Signals fue todavía más acusado, haciendo que las guitarras de Lifeson pasaran a un segundo plano, y que Rush se adentraran de lleno en el sonido ochentero, a veces tan plástico y frío, pero que los canadienses supieron llevar a muy buen puerto. Las composiciones no son tan extensas en minutaje, juegan a fusionar elementos del rock sinfónico progresivo, la new wave, e incorporan elementos electrónicos sin resultar molestos en ningún momento. De esta manera se sacaron de la manga grandes temas como "Subdivisions", "The Analog Kid" o la sorprendente "New World Man".
5. A Farewell To Kings (1977)
El trío canadiense había encontrado una fórmula más acorde con la visión musical de sus integrantes en el anterior álbum titulado 2112. Partiendo de tales patrones, prosiguieron su aventura con un nuevo trabajo que, siendo tan ambicioso como su antecesor, no consiguió el mismo éxito, aunque ser disco de platino en Estados Unidos y Canadá, y oro en el Reino Unido, no está al alcance de muchas bandas de tal excelencia musical. Como era habitual en los Rush de aquella época, en el álbum encontramos dos suites fantásticas como "Cygnus X-1 Book I: The Voyage" y la grandiosa "Xanadu". También mostraron cortes más directos como la estupenda "Closer To The Heart" o la inicial homónima.
4. 2112 (1976)
Hasta aquel momento, los canadienses no habían destacado demasiado en el mundo de la música. Todo eso cambió con 2112 y la particular visión que Rush tendría de la música a partir de entonces. Aparecen las largas suites, las historias de ciencia ficción y se reafirman en la utilización de elementos progresivos fusionados con el hard rock. La canción principal, la larga suite inicial dividida en siete secciones y basada en la novela llamada Anthem, es el mayor ejemplo de la ambición de los canadienses. El resto de composiciones son mucho más cortas y directas, con momentos sublimes en "A Passage To Bangkok" y "The Twilight Zone". Triple platino en Estados Unidos y doble en Canadá.
3. Permanent Waves (1980)
Un ligero cambio de sonido comenzaba a gestarse en los canadienses Rush. Sin perder la esencia progresiva, Geddy Lee comienza a cantar en unos registros ligeramente más bajos y la instrumentación, aún siendo sofisticada y elaborada, empieza a beber de la new wave. Esto dio como resultados dos composiciones clave en la historia de la banda por su condición de clásicos y por su relevancia en las listas de éxitos. Hablo de "Freewill" y "The Spirit Of Radio". Ambas más accesibles y enfocadas hacia la radiofórmula, pero con una indiscutible calidad. Con Permanant Waves alcanzaron el puesto tres y cuatro en los charts británicos y en el Billboard estadounidense respectivamente.
2. Hemispheres (1978)
Hemispheres es quizá la obra más grandilocuente y arriesgada de la banda si nos ceñimos al año en que es publicada, sabiendo que el punk comenzaba a estar en auge; y si nos atenemos a que es todavía más barroca, aunque mejor ejecutada, que la mismísima 2112. El álbum se compone solamente de cuatro canciones; una suite inicial mastodóntica como "Cygnus X1 - Book: Hemispheres", con casi 20 minutos de duración y desarrollos instrumentales fascinantes, dos cortes más compactos pero igual de llamativos como son "Circumstances" y "The Trees", más otra suite de casi 10 minutos titulada "La Villa Strangiato", escrita por todos los miembros de la banda y no solamente Peart.
1. Moving Pictures (1981)
Si en algún momento buscaron un buen equilibro entre lo elaborado y lo accesible, con Moving Pictures lo clavaron. Las composiciones se reducen drásticamente en cuanto a minutaje y no hay ninguna composición cercana a los veinte minutos como las que antaño compusieron. No es ni mejor ni peor, simplemente aprovecharon todo su talento y el buen gusto por la melodía para llegar aún más lejos y ser escuchados por quienes todavía permanecían lejos del radar de Rush. Un álbum imbatible por clásicos como "Tom Sawyer", "Red Barchetta", la instrumental "YYZ" o la genial "Limelight". Lograron cuatro discos de platino en Canadá y Estados Unidos, y el reconocimiento mundial.