El grupo londinense es un puntal dentro del hard rock/blues europeo. Comparten ciertas similitudes con Deep Purple, de hecho algunos de sus integrantes pasaron por ambas bandas en algún momento. En un principio, Whitesnake dejaba claro su gusto por implantar diversos elementos blues, aunque con el tiempo ese sello se fue perdiendo al acabar proponiendo un hard rock potente más convencional. El alma y líder de la banda, el vocalista David Coverdale, posee una voz impresionante que ha influido a posteriores generaciones. Los constantes cambios en la formación no han llegado a mermar decisivamente en la calidad de sus obras.
8. Slip Of The Tongue (1989)
Toda banda que se enfrenta a un nuevo álbum tras haber triunfado con el anterior, sabe que ante sí tiene una patata caliente con la que ha de lidiar. Los británicos no lo tuvieron fácil, y es que además de la presión evidente, perdieron a los guitarristas Vivian Campbell por diferencias musicales, y a Vandenberg por una lesión. Es por eso que Coverdale recurre a Steve Vai para la grabación de la mayoría de las guitarras. Slip Of The Tongue se erige como el álbum más americano de toda la discografía, poseyendo grandes temas como "Judgement Day", "Now You're Gone" o "The Deeper The Love", sin embargo, su producción no es la mejor y el sonido no ha envejecido bien del todo.
7. Lovehunter (1979)
Tras unos comienzos dubitativos, por fin parecen encontrar su sonido en Lovehunter, siendo el primero en el que nos encontramos a los Whitesnake más característicos y clásicos. Esa mezcla de hard rock con poso blues todavía se puliría un poco más en posteriores publicaciones, pero los ingredientes principales ya se habían puesto al servicio de una serie de composiciones que sobresalían por sus guitarras y diversos teclados, aunque la guinda del pastel sería la voz de Coverdale. Aquí ya aparece un primer espada de la talla de "Walking In The Shadow Of The Blues", pero tampoco podemos olvidar la calidad de "Medicine Man", "Love Hunter" o "Rock 'n' Roll Women". 6. Forevermore (2011)
Tras fichar por el sello Frontiers publican Forevermore, un álbum en el que parecen reunir todas las etapas musicales de la banda, aunque con una perspectiva más actual. Aquí hay guiños a su pasado más clásico, aquel en el que coquetearon de forma directa con el blues, sin embargo hay guitarras punzantes, gruesas y metálicas que también rememoran su época de mayor esplendor comercial. Teniendo en cuenta que sus años dorados ya pasaron, hay que resaltar la calidad del álbum gracias a una serie de composiciones sólidas y vibrantes como la inicial "Steal Your Heart Away", "Love Will Set You Free" o la fantástica "All Out Of Luck". No es un álbum más, puesto que mejora su discografía.
5. Come An' Get It (1981)
Una vez encontrado el sonido con aquel Lovehunter, las aristas se fueron puliendo a la vez que la propuesta musical se iba enriqueciendo. Aún así, al álbum le falta un poco más de chispa, la que sí tuvo su antecesor Ready an' Willing. Sí, hay composiciones fantásticas como "Would I Lie To You", el clásico "Don't Break My Heart Again", con sus característicos teclados a cargo de Jon Lord, la estupenda "Child Of Babylon", o la bailable "Wine, Women An' Song", pero el álbum también contiene otros títulos mucho menos logrados que no permiten que éste despegue del todo. Aún así, obtuvo el disco de oro en el Reino Unido y llegó a alcanzar el puesto número 2 en la listas del país.
4. Saints & Sinners (1982)
Con sólo un año de diferencia con respecto al anterior Come An' Get It, Whitesnake parecieron entender que debían dar un paso al frente teniendo en cuenta las posibilidades con las que contaban. Así pues, el inicio del álbum con "Young Blood" ya resulta más inquietante y peligroso, no tan acomodado, y eso se agradece. Además, aquí están las primeras grabaciones de los clásicos "Here I Go Again" y "Crying In The Rain", ambas revisionadas en el flamante álbum conocido como 1987. Además, "Rough An' Ready", "Bloody Luxury" y "Victim of Love" conforman esa segunda línea de calidad tan esencial para conformar un gran álbum. Curiosamente, no obtuvo excelentes resultados comerciales.
3. Ready An' Willing (1980)
El salto cualitativo con respecto a Lovehunter resultó ser enorme. A pesar de contar con el mismo productor, Martin Birch, y con una propuesta musical similar, las composiciones resultan ser más explosivas y redondas, y no tan comedidas como en algunos de sus álbumes de la época. El inicio es demoledor gracias a "Fool For Your Loving", una de las mejores canciones de los británicos, y que más adelante destrozarían por completo en Slip Of The Tongue, con una revisión más simple y metalizada, a la par que innecesaria. "Sweet Talker" y la composición homónima son soberbias, como también lo son el intenso medio tiempo "Blindman" y la exquisitez acústica de "Ain't Gonna Cry No More".
2. Whitesnake "1987" (1987)
Con este trabajo comienza una nueva etapa en la banda británica. Por una parte, Keith Olsen y Mike Stone son los encargados de reemplazar a Martin Birch en las labores de producción, por la otra, el sonido muta y se vuelve más convencional, directo, con un armazón potente y metálico en el que prescinden de la mayoría de elementos blues que habitaban en su música. En esta tesitura, Whitesnake ofrecen nuevos clásicos de la talla de "Still Of The Night", la estupenda aunque trillada balada "Is This Love", más las revisiones de "Here I Go Again" y "Crying In The Rain. Todo funcionó a la perfección, vendieron millones de discos y se situaron en puestos altos de las listas de varios países.
1. Slide It In (1984)
Un álbum tan genial como polémico, y es que Slide It In contiene dos ediciones, una europea producida por Martin Birch, y otra posterior estadounidense remezclada por Keith Olsen. Las diferencias son bastante notables, incluyendo distinto orden en las canciones, un sonido adecuado a los gustos americanos, participación de otros músicos y pistas adicionales de guitarra a cargo del nuevo niño mimado de Coverdale: John Sykes. Tuvo más éxito la edición estadounidense, pero la original, la inglesa, resalta mucho mejor las virtudes de la banda hasta ese momento. "Slide It In", "Standing In The Shadow", "Guilty Of Love" o "Love Ain't No Stranger" son varias de sus mejores composiciones.