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Discos a escuchar para entender TracaRadio (VII)

Publicado el 04 febrero 2014 por Tracaradio @tracaradio
Discos a escuchar para entender TracaRadio (VII)
Tal y como anunciamos en el primer podcast TracaRadio no solo iba a centrarse en un género musical sino que intentaría abarcar el máximo número de ellos. Para muestra de ello hoy queremos presentaros el primer aporte relativo a la música clásica.
El disco de hoy es el Réquiem de Mozart, última obra del famoso compositor. Obra inacabada por Mozart que ha dado pie a leyendas y diferentes interpretaciones acerca de su composición y acerca de quién y cómo se acabó completando.
 Existe una leyenda, que se puede ver en la película biográfica de Mozart dirigida por Milos Forman, en la cual se cuenta que un mensajero misterioso, el cual era un enviado del conde Franz von Walseggel, hizo llegar a Mozart la petición de componer un Requiem para la difunta esposa del conde. En realidad se trataba de una excusa más de las que daba este conde para comprar composiciones a grandes músicos para luego interpretarlas asegurando que eran composiciones propias. Este extraño enviado aparecía de vez en cuando para entregar adelantos o revisar el progreso de la obra. Según cuenta la leyenda Mozart se convenció de que este hombre era un enviado de su propia muerte, ya que el compositor se encontraba ya muy enfermo por aquel entonces. Este convencimiento hizo que dedicara todo el tiempo del que disponía para realizar la obra ya que tenía claro que era la composición de su propio canto fúnebre.
Tras su muerte la obra fue terminada por uno de los discípulos de Mozart,Franz Xaver Süssmayr, aunque en un primer momento esta tarea fue asignada, por orden de la esposa de Mozart, a Joseph Leopold Eybler. Süssmayr aprovechando los bocetos dejados por su maestro y su conocimiento acerca de la música de este consiguió dar por finalizada una de las obras más destacadas del compositor austriaco. Al parecer, de los 7 movimientos de la obra sólo dos quedaron totalmente acabados y de los tres últimos al parecer no existían ni anotaciones de ellos. Por ello el mérito de Süssmayer en adaptar estas últimas piezas a todo el engranaje a medio hacer con el que se encontró es digno de reseñar.
De esta obra sacra se podrían destacar infinidad de detalles, pero resumiremos algunos de ellos presentando alguna de los fragmentos más conocidos. Desde el comienzo "Requiem" podemos apreciar el peso de los coros, aunque a lo largo de la obra podremos disfrutar de voces solistas variadas en cuanto a tonalidad, que culminan en "Dies Irae", uno de los fragmentos más sobrecogedores y conocidos de la misa, el inicio de "Confutatis". Señalar que la orquestación utilizada difiere bastante de la que se utilizaba para este tipo de música en la época ya que se suprimieron instrumentos como oboes, clarinetes y flautas, por ejemplo, lo que da una mayor importancia a los instrumentos de cuerda.No podemos finalizar esté humilde análisis sin mencionar "Lacrimosa" y "Lux aeterna", pieza con la que acaba la obra y en las que podemos apreciar las características de esta composición, una combinación de miedo, tristeza y angustia que sorprendentemente crean una maravillosa pieza musical digna de escuchar y disfrutar.

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