Género: el mejor disco de los indefendibles del Rock Progresivo.
Para los que fuimos educados musical (y sentimentalmente, por qué no) en el universo sonoro e ideológico del Post Punk, valorar el virtuosismo pretencioso del Rock Progresivo siempre se hizo cuesta arriba. Si nos preguntan, popes como Genesis, Jethro Tull, Emerson Lake & Palmer y demás gigantes con pies de plomo nos dicen bien poco. A pesar de saber que hay buenos momentos en muchos de ellos.
De todos, los Yes parecieron ser siempre el blanco favorito de críticas despiadadas. Look horrible, temas largos e insoportables y la escuela del "más es más" llevada hasta el paroxismo. Sin embargo, hay un disco por el que hay que sacarse el sombrero, y ése es "Close to the edge", de 1972. Podríamos hablar de la inspiración del título y las letras (vía Herman Hesse y su "Siddharta") su concepción y sus letras espirituales. Pero no nos interesa. Lo que hay que rescatar acá son los brillantes pasajes musicales que logran por momentos los londinenses progresivos por excelencia.
Como bien sabemos, tres piezas largas conformaban "Close to the edge". Todo el Lado A (en la edición vinilo) lo ocupaba "Close to the edge", el tema. La cosa arranca con "caos de conservatorio controlado" hasta caer -cerca de los 3 minutos- en uno de los tantos motivos que se repetirán más adelante, en tiempo de vals melodioso. Lo mejor empieza a partir de los 4 minutos: acumulación de energía, repetición maníaca del coro, ritmo entrecortado a cargo de Bill Bruford y esos magistrales "down at the edge/ round by the corner" que van a volver una y otra vez en distintas formas, siempre nuevas. En esa insistencia, en esa noción de "trip" recurrente, hay algo que no es propiamente de Yes o del Rock Progresivo...Insistir para lograr un efecto -si se quiere- psicodélico, onirico y circular.
Pero hay más. Cuando el grupo empieza a cansar con tantas ideas, a los 8 minutos y medio llegamos a ese oasis cuasi Ambient, antes de otro pasaje que musicalmente bordea la magia. Porque eso que ocurre ahí por los diez minutos, entre pizzicatos de teclados y la voz de Jon Anderson intercalando sus "I get up, I get down" entre las demás voces ensambladas, es lisa y llanamente, magia. Todo estalla en un éxtasis polifónico con los demenciales órganos de iglesia de Rick Wakeman copándolo todo. El tema bien podría terminar ahí, pero con Yes nunca nada termina rápido y hay como cinco minutos más de música.
Lado 2. Y hablando de música, hay de la buena y en cantidad en el comienzo con arpegios y armónicos de "And you and I". Luego el tema va cargando con percusiones y acústicas, se suma la banda y llega a su gran clímax casi a los 4 minutos, con esa explosión de rayos de sol expandida que llena todo el audio. Ni hablar de esa buena idea que tuvo el grupo de repetir la línea "all complete in the sight of seeds of life with you", allá arriba, transformada. Gran momento, de verdad.
Como para soltarse y "rockear" un poco, cierran el disco con "Siberian Khatru", sobre un prolijo funk progresivo en la veta del clásico "Roundabaout".
Yes 1972
Jon Anderson (vocals) Steve Howe (guitars, vocals) Chris Squire (bass, vocals) Rick Wakeman (keyboards) Bill Bruford (drums).
Cronología cercana
Fragile (1971)- Close to the edge (1972)- Yessongs (1973).