Le cuento: ha sido de nunca acabar escribir mi impresión del nuevo álbum de Muse: Drones, así que finalmente me decidí por hablar de la forma en que yo lo entiendo y canción por canción ir dando mi opinión y por qué tal o cual me gustó más que otra, etcétera, porque para cosas serias, ya tenemos a los críticos especializados (o que se creen especializados) que pueden dar una visión más objetiva de él.
Dicho lo anterior, aquí va mi humilde (advierto que quedó un pelín larga) y subjetiva revisión de DRONES (Recomiendo escuchar el disco mientras leen para que sea más entretenido y didáctico xD)
Drones es el séptimo álbum de estudio de la banda de rock alternativo británico Muse. El álbum fue co-producido por la banda y Robert John "Mutt" Lange (Back in Black-AC/DC) y lanzado oficialmente el 8 de junio de 2015. La portada del álbum fue diseñada por el artista estadounidense Matt Mahurin.
En un mundo distópicamente familiar, un ser humano es traicionado y le rompen el corazón, quedando vulnerable a la manipulación de un régimen que le recluta y le somete para que él a su vez someta a otros, y así, metafóricamente hablando, convertir a todos los habitantes de el planeta en Drones sin capacidad de razonamiento. Si extrapolamos esto a nuestra realidad, nosotros somos los sometidos y es la televisión, las redes sociales y los aparatos electrónicos los medios por los que nos convierten en máquinas con poco poder de razonamiento y sin nada de empatía.
Esa es la historia que nos cuenta Drones, el séptimo trabajo de Muse y su proyecto más ambicioso en 10 años. Escrito en su totalidad por Matt Bellamy (voz, guitarra y piano), este disco habla desde la falta de empatía hasta un llamado a rebelarse contra la corrupción y el sistema que está siendo dominado por la tecnología.
"It's hurting babe only you can stop the pain..."
Dean Inside es la llave de entrada a este relato y aunque no es un arranque que agrade a primera escucha (tiene demasiada reminiscencia de lo que no me gustó de The 2nd Law), una vez pasado el shock del primer segundo (un robotizado " dead inside" que parte de la nada, que no se anuncia y que por un momento te quita la ilusión), uno va avanzando en la canción y la letra tan llena de ira nos pone a tono y me terminó gustando (como suele ocurrirme con esos temas difíciles de Muse).
La historia continua con Psycho (y el diálogo de Drill Sergeant) que saca a relucir toda esa esquizofrenia que amo de este trío, con unas líneas de bajo a cargo del gran Chris Wolstenholme que me hicieron alucinar y el " reciclaje" de un riff de guitarra que curiosamente estos últimos años usaban como outro de mi canción preferida de Muse " Stockholm Syndrome". La voz del sargento y los " Aye Sir" en respuesta de un soldado sin nombre nos recuerdan a esas voces que aparecen a lo largo de The Wall (Pink Floyd) y funcionan excelente en la canción. Muy acertados estuvieron al elegirla como adelanto de Drones, porque, ya sea por el ritmo, las palabrotas o los gritos del sargento, nadie quedó indiferente a ella.
"Save me from the ghosts and shadows before they eat my soul..."
Mercy tranquiliza un poco las aguas en la historia y yo la catalogo como el capítulo de falsa calma antes de la tormenta. Con un sonido tipo Starlight tiene un ritmo de fácil escucha, pero una letra poderosa que va tomando fuerza a medida que avanza, para explotar en el coro con un grito desesperado que pide misericordia. A mi al menos me parece una delicia, sobretodo como antesala al caos que viene luego...
...Y con caos, me refiero por supuesto a Reapers. Lo siento Matt (y su mejor guitarra desde Plug in Baby) y lo siento Chris (y su magnífica linea de bajo antes del outro), pero acá Dominic Howard me roba el corazón; las primeras escuchas de esta canción solo podía prestar atención en la batería y en los deseos de moverme que me provoca su sonido (no sé como explicarlo mejor).
En Reapers nuestro protagonista totalmente adoctrinado va a la guerra y desde ahí nos relata la psicosis que se vive en un escenario bélico. En los coros se puede oír una segunda voz robotizada que canta " you can run but you're never gonna hide" y al final, el outro es un disparo de potencia, con Wolstenholme cantando con una voz de ultratumba " Here come the drones" para finalmente oír un mensaje que nos recuerda al Mago de Oz (la dejo de tarea para que la escuchen porque cuesta pillarla a la primera). Una canción redonda que da cuenta mejor que ninguna otra del disco como ha evolucionado el sonido de la banda, además de que ésta y la siguiente del disco son en las que mejor se nota la mano del productor "Mutt" Lange.
"Let me go, let me be... You will never own me again"
Y llegamos al punto de inflexión del disco y de la historia: The Handler. Este es el momento en que el protagonista de la historia empieza a volver en sí y a darse cuenta que lo están manipulando. Es una de las canciones más oscuras de la banda y su letra puede usarse como el despertar de un hombre que quiere volver a ser libre de un opresor mayor, así como también salirse del tema del disco y extrapolarla a la relación tormentosa de una pareja ( como un Kate Hudson a ti te hablo). Otro tema que vuela la cabeza, que nos hace sentir pequeños y miserables y a la vez querer acompañar a este desquiciado protagonista que pide que por favor lo dejen ir.
La revolución empieza con Defector. Precedida por uno de los discursos de J. F. Kennedy más famosos de la historia (JFK, Abril de 1961), tiene un sonido " Queenesco" y un coro que promete convertirse en uno de los himnos de esta era, donde el protagonista por fin es libre de la sociedad opresora que lo había manipulado antes. Me encanta el riff de esta canción, es como si estuviera rompiendo algo y junto con ese "Free, yeah free from the society" por un segundo quieres tomar todo lo que no necesitas y lanzarlo lejos porque solo está nublando tu cabeza (pero no soy demasiado fuerte para hacerlo). Esta es sin dudas mi favorita del disco, desde el principio con Kennedy hablando contra las sociedades secretas, hasta la progresión del final junto con el mismo Kennedy diciendo que el hombre debe vivir libre e independiente. Defector ha pasado a mi lista de 10 mejores canciones de Muse (y subiendo yo creo) y es de las que más espero escuchar en vivo.
"You can make this world what you want... You can revolt"
Aquí viene la parte menos grata... porque ya vivimos el clímax de la historia y ahora solo nos queda la parte linda donde los "buenos" ganan; eso es Revolt. El protagonista insta a otros a revelarse y todos juntos inician la revolución y empiezan a construir el mundo que quieren donde todos puedan ser felices. Lindo, pero la canción no puede ser más cliché, como el intro de una serie tonta americana. Igual su solo de guitarra, aunque predecible, la salva, pero dentro del disco está dentro de las que menos me gustaron. Sorry Matthew, pero me cargas cuando te pones alegre para escribir música.
Así, llegamos al final del camino de este protagonista. La soledad se ha ido porque en Aftermath nuestro protagonista ha encontrado el amor y ahora está más convencido que nunca que el camino fue el correcto porque encontró a su mitad. Y aunque puede sonar cursi, es el final perfecto para la historia tan genial que se fue desarrollando en el disco. Si has seguido la historia completa esta canción hasta te hará derramar lágrimas (sí, al menos las primera 5 veces que escuché el disco terminé llorando). Musicalmente hablando es una balada, algunos me han dicho que se parece a One de U2, aunque yo la encuentro más parecida a alguna balada random de Bon Jovi, pero lo importante es que es hermosa y que te pone los vellos de punta cuando al final Matt canta por sobre el coro " From this moment you will never be alone".
"I just needed to be loved..."
Dejamos atrás a nuestro protagonista, pero todos los amamos la literatura sabemos que esto no puede terminar sin un epílogo, y es The Globalist la encargada de ello. La canción dura más de 10 minutos y se divide en 3 partes, además se dijo que era una secuela de Citizen Erased (Origin of Symmetry, 2001) y con eso las expectativas previas subieron tanto que fue imposible sentirse satisfecha al escucharla.
The Globalist, c omienza como una balada que en un principio parece escrita por Ennio Morricone donde nos cuenta una historia parecida a la ya oída, pero desde la perspectiva de un dictador que decide acabar con el mundo. La segunda parte es una perturbadora y dura progresión instrumental donde la guitarra es protagonista y tiene esa rica esquizofrenia que me gusta de Muse, pero cuando uno está empezando a disfrutarla y a cabecear vuelta loca, se termina y uno queda un poco vacía, aunque si eso representa la destrucción del mundo, creo que está más que bien sentirse así. Finalmente la tercera parte que es una hermosa balada de piano. La letra de esta parte me hizo llorar como una nena, porque en el fondo este hombre malo que acabó con todo solo quería ser amado y es muy triste todo.
Pero esta historia no estaría completa sin un spin off desde el punto de vista de las víctimas y para eso Muse sale de su zona de confort y nos regala algo que jamás podríamos haber imaginado en un disco de rock: Drones. La canción Drones emula a los cantos gregorianos en las iglesias del medievo con la voz de Matt multiplicada en muchas capas y entrando en tu cabeza desde distintas partes y resulta tan escalofriante y sorpresiva que para mí resulta ser el hidden track más original que he escuchado en muchos años. Lo mejor, termina con un " Amen" que te deja miles de sensaciones indescriptibles y un triste sentimiento de " no somos nada".
Después de analizarlo canción por canción, solo puedo redondear diciendo que Drones me parece genial. Como amante de las distopías siempre esperé que Muse hiciera un disco como este porque creía que serían los únicos que podrían hacerlo y no me equivoqué, Drones es fantástico de principio fin.
En una época donde los discos conceptuales están casi extintos, que una banda se arriesgue a contarnos una historia a través de sus canciones ya se destaca, pero que además lo haga tan bien como lo ha hecho Muse, me regocija y me da una razón más para amarlos porque han hecho un gran trabajo.