Para 1996 ya nadie mucho por los Screaming Trees. Una banda a menudo subsumida en la nube Grunge, aunque bastante más interesante que la media de aquella camada.
Demasiado conflictivos y con una combustión interna endiablada, la banda tuvo varios traspiés para grabar el sucesor de "Sweet oblivion" (1992). Finalmente dieron con el "manos mágicas" de George Drakoulias (Primal Scream, The Jayhawks, Black Crowes) que aquí volvió a hacer un gran trabajo, sobre todo en el sublime sonido que logró para estas canciones.
Menos filosos, más climáticos y sutiles (echando mano a todo tipo de instrumentos exóticos y coloridos como tablas, cellos, Mellotron, congas, armonios y djembé) los Screaming Trees lograron un gran álbum de despedida, mantiendo una tensión amenazante a lo largo de 44 minutos.
Hay varios buenos momentos. Los aires orientales y el vértigo posterior de "Halo of ashes", al comienzo del álbum, por ejemplo. O las dinámicas siempre sostenidas de "Make my mind". "Witness" levanta la tensión un par de escalones más, y si bien aquí se percibe esa dejadez apática del Grunge, una escucha más atenta revelará capas de sonidos y detalles de un verdadero fresco psicodélico. Hasta los momentos más suaves ("Look at you", "Sworn and broken", "Traveler") nos dejan con sabores agridulces, ambiguos. Mérito, entre otras cosas, de la siniestra voz de Mark Lanegan y los climas logrados por el cuarteto de Seattle.
Dos datos más: en 1996 la MTV se cansó de rotar el video de "All I know", el hit de "Dust". Otro single fue cortado, aunque con menor éxito: "Dying days", con las guitarras invitadas del Pearl Jam Mike McCready.
Luego de dos años de gira la banda se disolvió oficialmente en 2000.
Screaming Trees 1996Mark Lanegan, Gary Lee Conner, Van Conner, Barrett Martin.