¿Qué le pasó a estos muchachos?
Al igual que con los Simian Mobile Disco del primer disco (cuac!) en Ultravivido habíamos puesto unas fichas tras escuchar el debut de los Klaxons, "Myths of the near future" (2007). Ahí parecía haber cierto oxígeneo para el alicaído rock de clones post Franz Ferdinand- por un lado- y émulos aún más aburridos de Coldplay.
Frente a ese anquilosamiento, los Klaxons sonaban vitales, metiendo una cuña entre el rock de guitarras y una posible nueva perspectiva para reflotar la cruza con la electrónica. La prensa enseguida se encargó de enrolarlos dentro de un improbable movimiento llamado "New Rave": una etiqueta que a diferencia de otras, no prendió ni logró trascender el hype.
Producidos ahora por Ross Robinson (Korn, Limp Bizkit, Slipknot y responsable de la "resurrección" sonora de The Cure en 2004) los chicos de Londres vuelven a la carga con un álbum que -a primera oída- tiene todos los tics del clásico "segundo disco traumático" luego del éxito). Su pariente cercano sería, pienso, el "Congratulations" de MGMT. Como seguramente las reviews especializadas ya se ocuparon de contar el por qué de la demora de tres años en entregar un nuevo álbum (rechazo de la compañía al primer demo del disco, etc.) en Ultravivido vamos a ir directamente a los tracks.
"Echoes" ya presenta problemas: algo así como la búsqueda deliberada de un hit construido adrede con los elementos que en "Myths..." eran pura espontaneidad y búsqueda. Lejos de estar mal, el tema suena "calculado", una sensación que flotará en el resto del álbum, aunque con peores resultados. Tal es el caso de "Surfing the void" (el tema): nada por aquí, nada por allá. Un mal tema (no será el último) y punto.
Llegando a la mitad, "Valley of the calm trees" mete al grupo en la senda de los correctos Maximo Park, más el agregado de una voladura interesante que flota por encima, pero tanto "Venusia" como "Extra astronomical" suenan sofocadas y sin gracia. Lo peor que le podía pasar a los Klaxons: tomarse demasiado en serio, autoamputándose su propia frescura. En el último tramo los síntomas no cambian, y el tracklist alterna entre temas apenas correctos ("Twin flames") y nuevos resbalones que terminan en caída ("Flashover").
Habrá que ver si con "Surfing the voids" los Klaxons pasan a engrosar la lista de bandas sofocadas por los hypes que la industria misma genera. Cada vez más rápidos. Cada vez más fugaces.