Género: mi primer disco de los Dead (y el que sigo escuchando todavía hoy).
Tengo que reconocer que mi entrada al mundo de Grateful Dead no fue a través del "canon clásico" (que conocí tiempo después) sino por esta recopilación de sus mejores momentos para el sello Arista.
El doble "The Arista Years", de hecho, compila tracks entre 1977 y el disco final de 1990, "Without a net". Ese período en el que la música del grupo fue acercándose lentamente a terrenos más pop.
Si bien no somos especialistas en la carrera del grupo de Jerry García, de oídas sabemos que a partir de 1973 tuvieron un breve período de ediciones bajo un sello propio. Clive Davis, de Arista Records y fan de toda la vida, siempre había querido tenerlos en su sello, pero tuvo que esperar recién al ´77 para lograr su sueño.
Para ese entonces, la banda arrastraba hace rato aquello de que su mejor versión estaba en los shows en vivo y que los discos eran meros bosquejos de lo que podían dar. Puede ser. Pero como todos los lugares comunes, suele ser tentador rebatirlos un poco...
Arrancamos por "Terrapin station" (1977) y ese bonito reggae que es "Estimated prophet", de Bob Weir. "Passenger" es un correcto rock up tempo, aunque la estrella se la llevan los arpegios flotantes y bellas melodías de "Terrapin station" (el tema): epic track dividido en siete partes.
De "Shakedown street" (1978) despuntan la soleada "Fire in the mountain"(claramente reggae en su languidez sin apuros) y la funk/ disco "Shakedown street": puro wah wah y groove irresistible.
Por su parte, "Go to heaven" (1980) nos entrega "Alabama getaway" y el coqueteo soft-rock de "Far from me". La tapa del lp tiraba su dardito venenoso contra los Bee Gees circa "Saturday night fever". Compositivamente, los temas son algo flojos, aunque "Saint of circumstance levanta la puntería.
Ahora sí, momento de escucharlos en vivo, con tracks de sus álbumes "Reckoning" y "Dead set" (ambos de 1980). Dejémoslos en su salsa con en las acústicas "Dire wolf", "Casssidy" o las zapadas de "Feel like a stranger" o "Franklin´s tower". Pura música.
El disco 2 recopila los mejores momentos de "In the dark" (1987, luego de la "resurrección" de Jerry tras su coma diabético) en buenos temas de orientación levemente más pop como "West L.A. Fadeaway", "Touch of grey" (el único Top Ten en la carrera de los Dead) y "Hell in a bucket".
"Built to last" (1989) es el último disco de estudio representado aquí. Con mayor presencia de teclados y un gran sonido (produjeron García y John Huntler) tenemos "Just a little light", "Built to last" y "Foolish heart".
Volviendo al comienzo, si bien este período no forma parte del "canon clásico" del grupo, tiene su buena cuota de buenos momentos y gran música.
Porque aún en sus altibajos y momentos menos inspirados, los Grateful Dead (casi) siempre hicieron una música completa, con todos esos condimentos de la gran tradición Americana en una sola banda.
Todo eso que los hizo, sin más, un grupo de rock enorme.