Vengo de una concentración contra las guerras en el Altozano donde como cada primer domingo de mes desde hace mas de tres años, y convocados por el Colectivo “Albacete Por La Paz” nos reunimos en torno a una velas y un simbólico cartel que reza “PARAD LAS GUERRAS”, para denunciarlas una vez mas y a quienes las alientan y fomentan, intentando que las conciencias de nuestros conciudadanos despierten de una vez y griten también con nosotros: ¡Parad la guerra!
Tras el tradicional corro y antes del habitual minuto de silencio, hemos leído el comunicado que cada vez se prepara “ad hoc” y que en esta ocasión llevaba por título, el arriba indicado y que decía así:
“El pasado sábado 30 de octubre se desarrolló la Octava Inspección Ciudadana a la Base de Bétera, en Valencia. Además este domingo día 7 de noviembre, y tras veinticinco años, se ha celebrado una nueva edición de la Marcha a Rota mientras que para el día 28 habrá otra hacia Morón. En dichas acciones pacíficas y noviolentas, además de compañeros y compañeras de diversos lugares del Estado, han participado nuestros compañeros de la Plataforma Contra la Militarización de Albacete.
Estas protestas se vienen haciendo también en otras ciudades europeas, especialmente dada la cercanía a la cumbre de la OTAN en Lisboa los próximos días 19 y 20. Además del “OTAN NO, BASES FUERA” en los eslóganes que se vienen repitiendo, sea cual sea la lengua en que se pronuncien, siguen habiendo palabras de denuncia contra el gasto militar; cuestión más grave aún si tenemos en cuenta la crisis mundial en la que está embarcado el planeta, lo que en la Unión Europea ha supuesto, por ejemplo, recortes sociales, en Sanidad o en Educación mientras que, por el contrario, el sector industrial militar, los ejércitos y las guerras siguen siendo un negocio boyante.
“La guerra empieza aquí... Paremos la OTAN”, “OTAN NO, TIGRES FUERA”, “No al TLP” o "Menos gasto militar, más gasto social" son otras frases que no paramos de escuchar en diferentes lugares de la geografía estatal.
Entre tanto no debemos olvidar que Wikileaks sigue haciendo públicos documentos militares confidenciales sobre las guerras en que Estados Unidos de América y la organización armada que lidera, la OTAN, han embarcado a medio mundo a imagen y semejanza de pretéritos imperios. Documentos que, por otro lado, reflejan algo que es vox populi pero que nuestros políticos no se atreven a decir abiertamente para no poner masivamente en su contra a los ciudadanos: las guerras suponen demasiados gastos, no son humanitarias y tras ellas priman intereses geopolíticos por encima de las vidas de miles de inocentes; y encima son ellos, nuestros políticos, quienes las hacen posibles y perpetuas.
Ya sea en Irak o en Afganistán, y dejando noqueada y sin significado a la palabra “paz”, la alianza de ejércitos invasores (al igual que los ejércitos contra los que combaten) sigue asesinando y torturando diariamente a civiles inocentes. A unos se les llama terroristas pero ¿cómo llamar a otros que asesinan a sangre fría cobrando un sueldo del Estado bajo cuya bandera actúan? A estos casi nunca se les juzga por sus crímenes y siguen interviniendo impunemente. ¿Para qué sirven entonces, por ejemplo, las convenciones de Ginebra o el Derecho Internacional Humanitario? Podríamos citar más ejemplos, pero en el enlace que aportamos vemos cómo un helicóptero estadounidense vulnera el Derecho Internacional Humanitario asesinando a enemigos que se rinden: (Pincha aquí). Otra vez más unas imágenes valen más que mil palabras…
Es hipócrita que un presidente estatal y Premio Nobel de la Paz envíe más tropas y destine más dinero a la guerra cuando el país que dirige atraviesa una de las peores crisis internas de su historia. También lo es que Rodríguez Zapatero, en su reciente viaje relámpago de ayer, día 6, a las bases militares españolas en Afganistán diga perlas como “No estamos en Afganistán para quedarnos, pero nuestro compromiso debe ser firme hasta que los afganos puedan garantizar su propia seguridad. Ellos habrán ganado un futuro mejor y todos habremos ganado un mundo más seguro”.
Una cosa es lo que dicen los políticos y otra cosa es la realidad, que vamos descubriendo poco a poco como sucede en los casos de Irak o del mismo Afganistán. Por eso las palabras del presidente español suenan a falsedad e hipocresía cuando leemos que en 2009 y en ese país por el que mira tanto, el cultivo del opio había disminuido un 22% pero, por otra parte, había aumentado un 822% en Bagdhis, la zona donde están emplazadas las tropas españolas, siendo allí controlado el tráfico de esta droga por bandas criminales, funcionarios corruptos y la guerrilla talibán. Dudamos que con esas expectativas los afganos tengan un futuro mejor y más seguro si el narcotráfico sigue suponiendo un negocio tan floreciente pese a estar controlado el país por una alianza militar internacional; también lo dudamos en lo referente a la seguridad y un mejor futuro para las mujeres y niñas afganas, que siguen siendo consideradas por aquella sociedad patriarcal y ultra religiosa como ciudadanas de segunda o incluso de tercera categoría a 9 años de la invasión y ocupación del país por las tropas norteamericanas y de la OTAN.
Teniendo en cuenta, además, el negocio que supone la guerra así como la investigación y fabricación de armamento, de la que Albacete es una pieza importante en este siniestro rompecabezas (fabricación de los helicópteros Tigre por valor de más de 1300 millones de euros que sustituirán a los Mangosta italianos en Afganistán; se aloja la sede del TLP o “escuela de pilotos de la OTAN”; en sus cercanías se ubica el campo de tiro y maniobras de Chinchilla; la universidad regional en su campus albaceteño fomenta estudios y proyectos aeronáuticos con Eurocopter en connivencia con los políticos de turno que consintieron la instalación de una factoría de dicha empresa en Albacete –multinacional que también fabrica armamento y tecnología de doble uso pese a haber sido denunciada la empresa por ONGs en informes internacionales –ver aquí- o AQUÍ), teniendo en cuenta todo esto, como decimos, cabe preguntarse hasta qué punto nuestros políticos y ciertos empresarios desean un mundo en paz, más seguro y con unas expectativas de futuro mejores que las actuales si, como vemos, se rigen por el lema “si quieres paz, prepara la guerra”. por "ALBACETE POR LA PAZ"