Esta entrada es una disculpa pública hacia Tania Hernández.
Primero que nada, perdón.
Perdón por haberla bloqueado en Twitter cuando publiqué la novela. La razón, tan absurda que hoy me sorprendo de haberlo hecho, es que usé solo el rostro de la imagen que ella dibujó y supuse que se molestaría por ello (los detalles ella ya los sabe).
Perdón porque en los créditos del libro usé su nombre de Twitter @LaChirimoyo y no el propio: Tania Hernández.
Comprendo a la perfección que se sienta molesta y que haya publicado su indignación.
A partir de la otra semana aparecerá su nombre real en los créditos del libro, como debe ser.
Comprendo la molestia de los que conocen su situación. Ya he hablado con ella y he aceptado la culpa como debe ser. No me queda otra cosa que recomendar su obra e invitar a los escritores para que promocionen el trabajo de las personas que aportan su granito de arena: ilustradores, maquetadores, correctores, editores, lectores beta, lectores de sensiblidad.
Buen día.