
Una de las muestras de afecto más bonitas que hay para exteriorizar los sentimientos es regalando flores. Lo encuentro una forma muy romántica de demostrar cariño, gratitud y amor. En mi caso, recuerdo todas las veces que he recibido flores, es un recuerdo bonito e imborrable. No hace falta que sea una fecha señalada, es más especial regalarlas porque si, sin fecha, sin sentirte obligado a ello, solamente porque tienes ese impulso de compartir tu felicidad de una forma que seguro vas a hacer sentir especial a esa persona que tanto te importa. El momento más surrealista y más bonito en el que me han regalado flores fue al llegar a casa tras un examen de electrónica, que precisamente no me salió muy bien, y tenía un paquete enorme en medio del pasillo. Cuando lo abrí y vi el ramo de rosas rojas me alegró el día y me hizo sentir genial. Tal vez sea una forma muy tradicional de decir "te quiero", pero para mi es una de las más valiosas.











