Diseñadores emergentes, ¿tendencias o ciclos? by Ana María Cañizar Palacios

Hablar de diseñadores emergentes es hablar de moda y ésta viene determinada por las tendencias creadas por ellos mismos. Cada uno en su estilo, crea su propia firma inspirada o no en lo anterior. Pocos son los que dan con algo nuevo y único, pues la historia de la moda se remonta tan atrás, que innovar se vuelve cada vez más difícil.

Precisamente por eso, a veces nos encontramos con que algo que parecía haber pasado de moda en una determinada época de nuestra vida, empieza a surgir de nuevo como retomado de algún baúl de los recuerdos. Y precisamente esto es lo que activa, recuerdos, al menos para los que la hayan conocido. Así, por ejemplo los años 80 vienen a repetirse cada cierto tiempo, introduciendo los colores, los matices, los pantalones acampanados, los estampados llamativos, y a veces, influyen hasta en la música y las emisoras de radio recuperan esas melodías ya casi olvidadas.

Otras veces la inspiración surge de años anteriores, de los 50 ó los 60 y vuelven las faldas rectas, los puños blancos, las medias mangas, los abrigos sueltos y con grandes botones, los cuellos redondos… Pues bien, ¿se le puede llamar a esto tendencia o más bien habría que llamarlos ciclos?

Es un debate abierto. Si bien es cierto que habrá partidarios de ambas posibilidades, como hemos dicho antes, cada vez se hace más difícil crear algo original que lleve a la gente de a pie, que al fin y al cabo son los que mandan y los que deciden si les gustó o no, a llevarlo puesto. Lo ideal sería que fuera así. Que las mujeres y hombres de ese momento en concreto, decidan llevar esa ropa novedosa, esos complementos tan evocadores o pioneros y crear así una tendencia más real y tangible que un simple pase de modelos.

Esos ciclos o tendencias, vienen a determinar una etapa más de la moda puesto que tampoco se trata de un “copia y pega”, dejémoslo claro. La inspiración puede llegar de ahí, sin embargo nunca va sola. Normalmente viene de la mano de un estilo único y personal como es la marca de su creador. Este año por ejemplo recordamos Guillem Rodríguez que participó a la desfilara de ModaFad en 080 Barcelona Fashion Week y que hace poco ganó el premio como mejor diseñador joven español.

Y es ahí donde el trabajo de los diseñadores emergentes se complica cada vez más, aunque a la vez es apasionante, casi un reto. En el instante en el que consiguen despuntar y sobresalir entre los demás, es cuando viven su momento de gloria y todo su trabajo se ve recompensado. La satisfacción es máxima y comienza el trámite de llevarlo a las tiendas en las que, gente normal y corriente, lo compra.

Démosles entonces la oportunidad que merecen, pues en ellos está el futuro, únicamente hay que valorarlo y darlo a conocer y que cada uno decida si es así como quiere vestir.

Articulo by Ana María Cañizar Palacios para LMC
*photo by Guillem Rodríguez fashion show

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