Mover, rotar, o modificar un objeto que, en realidad, no está ahí. La
técnica de la edición fotográfica en dos dimensiones roza a veces el
milagro. Mientras el listón está cada vez más alto para la fotografía
tradicional, la imagen en tres dimensiones es un mundo relativamente
nuevo. Ahora, un nuevo software experimental desarrollado por
investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y la Universidad de California,
sube un escalón: mover objetos de la imagen en el plano tridimensional y
mostrar facetas de ese objeto que ni siquiera hayan sido capturadas por
la cámara.
¿Cómo se puede modificar algo que ni siquiera existe? Tiene su truco.
El software se alimenta de varias bases de datos de objetos
tridimensionales; elige el más parecido y completa la información
geométrica, de volúmenes, texturas, iluminación y temperatura del color.
En su investigación, los creadores, dirigidos por Yaser Sheikh,
explican que mediante el estudio de la estructura y la simetría, la
herramienta puede llenar los espacios en blancos para volver a crear el
objeto en su totalidad, o al menos, hacer una estimación de cómo sería.
“En el mundo real estamos acostumbrados a manipular cosas,
levantarlas, moverlas… hemos creado un espacio en el que haya esa misma
libertad de manipulación cuando se edita una foto”, afirmó Natasha
Kholgade, del Instituto Carnegie Mellon, y una de las creadoras de esta
beta que se puede descargar gratis
en la página del Carnegie Mellon. "En lugar de editar 'lo que vemos' en
la fotografía, nuestro objetivo es manipular 'lo que sabemos' sobre lo
que hay detrás de la imagen".
Aún tiene puntos débiles. Los modelos de los que se alimenta la
herramienta para completar las imágenes ya existentes son limitados y no
siempre se ajustan de forma perfecta. Según los creadores, los puntos
de error surgen sobre todo por el envejecimiento de la imagen o la
iluminación, por lo que el software tiene la capacidad de medir la
iluminación ambiental que tendrían las partes del objeto que no se ven y
replicarlas.
Esta nueva herramienta fue en parte financiada por un premio de investigación de Google y presentada hace dos semanas en la conferencia SIGGRAPH
—considerado el foro más prestigioso en el ámbito gráfico por
ordenador— en Vancouver (Canadá). El diseño original fue para imagen
digital. Sin embargo, los investigadores descubrieron que también se
puede usar en fotos tradicionales, pinturas y como técnica para hacer
animación a través de imágenes fijas. Crearon como ejemplo un ave de
origami que, sobre la palma de una mano, se gira y levanta el vuelo
hacia el fondo de un pasillo. El mismo vuelo que ya ha comenzado el 3D.