Portugal se me presenta en esta Eurocopa como una de las incógnitas más divertidas de descifrar. Metida en un grupo sin margen para el error y con la individualidad más decisiva del torneo (antes de que ruede el balón) ¿Cómo debería plantear su juego? Las dudas a lo largo de la fase de clasificación, repesca incluída, aliñada con resultados poco ilusionantes provocan que haya quien las señale como tapada y otros como candidata a gran decepción.
Porque muchos no queremos profundizar más allá de la figura de Cristiano Ronaldo. Portugal podría plantear un juego donde el desgaste de la estrella del Real Madrid se produzca sólo en acciones que puedan decantar el partido en su favor, rodeándole de escuderos y creando situaciones en donde sus virtudes entren en juego. Sería simple pero no arriesgado en cuanto a tejer algo con más variantes y, por ende, más complicado de contrarrestar.
Paulo Bento tiene un equipo que es más que Cristiano Ronaldo: laterales largos, centrales rápidos y con buen sentido de la anticipación en el centro del campo perfiles de todos los colores. Como hemos comentado desde la retirada de Pauleta, adolece de falta de nueve, pero con Cristiano Ronaldo enchufado, podría hasta obviarla.
Y en medio de estas dudas, seguimos sin ver la mejor versión de un equipo que puede dar mucho más de lo que ha mostrado hasta ahora.