En esta primera entrada hablaremos un poco de los antecedentes.
Los ciclos de los procesos urbanos son normalmente largos. Constituyen una mínima excepción aquellas actuaciones cuyo ciclo de vida completo haya transcurrido durante una sola generación. El mobiliario urbano, sin embargo, tiene una vida más corta, igual que sucede con el mobiliario de las casas, y sus ciclos funcionales, culturales y productivos son apreciables desde una generación de una forma mucho más evidente que en cualquier otro de los elementos de la ciudad. El paso de la autarquía a la globalización, de la artesanía a la producción industrial informatizada, de la cantidad a la calidad y al confort, puede apreciarse de un modo mucho más preciso en el análisis de diferentes elementos del mobiliario urbano.
Sobre el diseño:
Juegos infantiles de tubo
La tradición del siglo XIX sobre el proyecto y la construcción del espacio urbano y de sus elementos se había perdido absolutamente en los últimos 70 años. Paradigma de aquel estado de cosas son los productos de mobiliario urbano en uso: aquellos bancos de tubo y cuatro maderas, pintados de verde, enmascarados como presunta vegetación. Aquellos juegos infantiles también de tubo, que son elementos de los que cada vez queda menos rastro, y que se asocian a los periodos más tristes de nuestra historia. De poco habían servido las míticas lecciones de Federico Correa sobre el banco en la Escola dArquitectura de Barcelona.